Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pensilvania demostró que los síntomas neurológicos persistentes en algunos pacientes con COVID-19 prolongado pueden causar una inflamación crónica que afecta un mensajero químico clave, la serotonina. Esta inflamación puede interferir con la actividad nerviosa, la función cerebral y la memoria, lo que explicaría problemas como la falta de concentración y los problemas de memoria en pacientes con COVID prolongado.
El equipo de investigación identificó el Prozac y otros medicamentos que aumentan los niveles de serotonina como posibles objetivos para futuros estudios. Más de 200 síntomas se han asociado con el COVID prolongado, lo que representa un desafío médico significativo. Este estudio sugiere que algunos de estos síntomas pueden tener una base biológica común relacionada con la disminución de serotonina.
Los científicos utilizaron estudios de cohortes y experimentos de laboratorio para interpretar la causa del agotamiento de la serotonina y sus efectos en los pacientes con COVID prolongado. Descubrieron que la inflamación continua en el intestino, vinculada a un reservorio persistente del virus, provoca la disminución de los niveles de serotonina de varias maneras, incluidas las anomalías en la coagulación sanguínea.
Aunque se necesita más investigación para comprender completamente el vínculo entre el COVID prolongado y la disminución de serotonina, este estudio proporciona una dirección valiosa para futuros estudios y tratamientos. Las implicaciones de este estudio podrían extenderse a otros síndromes posvirales, lo que hace que este descubrimiento sea un paso importante hacia una comprensión más completa de las complicaciones a largo plazo del COVID-19.
Foto por Cuarto Oscuro