Columnas
El sector agroalimentario europeo es un tema de mucho interés y que, en lo personal, he retomado en diversas ocasiones, por su peso en el mercado global, su evolución histórica y porque, pese a no tener grandes extensiones de cultivos como China, realizan importantes innovaciones e, incluso, ya aplican tecnología futurista.
Las autoridades, los productores y la población en general saben de la importancia de la producción sustentable de alimentos en un escenario de volatilidad e incertidumbre global, por lo que toman acciones y soluciones innovadoras, donde intervienen todas y cada una de las partes involucradas en las diferentes etapas de producción, proceso, comercialización, además de los temas ambientales y de gobernanza, lo cual ayuda definitivamente a lograr el éxito de su principal objetivo, que en este caso es su seguridad alimentaria
El sector primario es crucial para la seguridad alimentaria, el empleo y la economía de la región, con una gran variedad de productos y un fuerte enfoque en la sostenibilidad y la innovación, toda vez que la Unión Europea promueve prácticas agrícolas sostenibles y apoya a los agricultores para que puedan afrontar los retos del cambio climático y el mercado global.
Asimismo, la Comisión Europea ha presentado una visión del futuro de la agricultura y la producción de alimentos. Se trata de crear un sistema alimentario justo y competitivo que proporcione alimentos asequibles y sostenibles para todos.
Además, pretende ayudar a los agricultores a superar retos como el aumento de los costos, el cambio climático y las perturbaciones de la cadena de suministro, para garantizar que Europa siga liderando la producción primaria.
Todo ello para crear un sistema alimentario más fuerte e innovador que beneficie tanto a los agricultores como a los consumidores y que contribuya a alimentar al mundo de manera sostenible.
Esta hoja de ruta, que se basa en el diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura, propone vías clave para el futuro de la política agroalimentaria hasta 2040.
Para hacer realidad esta visión, la Unión Europea colaborará estrechamente con los agricultores, los productores de alimentos, las comunidades rurales y la sociedad civil, con vistas a diseñar un futuro mejor para la agricultura y la alimentación en Europa (algo que ya dejamos de hacer en México).
Así, trabajan para generar confianza y potenciar el diálogo de manera que se cree un enfoque inclusivo y cooperativo que refleje las tradiciones y los valores de Europa.
Además, el sector agrícola desempeña un papel importante en la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono, por lo que se promoverán prácticas agrícolas sostenibles que reduzcan las emisiones, protejan los recursos naturales y mejoren el estado biológico del suelo.
La Unión Europea quiere volver a conectar a las personas con los alimentos que consumen y con los territorios y tradiciones que los definen y en ese sentido, se proponen ayudar a las zonas rurales, reducir el desperdicio alimentario y dar respuesta a las preocupaciones sociales como el bienestar animal.
No salimos de una cuando ya entramos a otra. A los conflictos entre México y Estados Unidos que competen al sector primario, como el Tratado de Aguas de 1944, la exportación de tomate y la presencia del gusano barrenador del ganado en suelo nacional, se suma la última declaración (o amenaza) del presidente Donald Trump de revisar el próximo año el TMEC, para “ajustarlo o terminarlo”.
Vaya que serán cuatro años difíciles para el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien en cada mañanera trata de explicar: “lo que quiso decir el presidente Trump….”
LUIS P. CUANALO ARAUJO
Especialistas-Empresario del sector agropecuario
Presidente del Colegio de Ingenieros Agroindustriales de México, A.C
Instagram: @luiscuanalo