Las autoridades israelíes están investigando a cuatro personas por una filtración de documentos clasificados, en una de las mayores amenazas de seguridad en la historia reciente de Israel. Entre los implicados se encuentra Eliezer Feldstein, un colaborador cercano del primer ministro Benjamin Netanyahu, que trabajaba en la Oficina del Primer Ministro.
El juez Menahem Mizrahi del tribunal de Rishon Letsiyon levantó este domingo la orden de embargo sobre el caso, permitiendo revelar la identidad de Feldstein. Anteriormente, Feldstein había sido portavoz de Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional y líder del partido ultraderechista Poder Judío, y más recientemente había ingresado en el gabinete de prensa de Netanyahu, aunque no superó el examen de seguridad del Shin Bet, los servicios de inteligencia israelíes. "La investigación comenzó tras detectar la publicación de información clasificada y sensible en medios extranjeros," detalló el juez Mizrahi, citado por The Jerusalem Post.
La información sensible fue publicada por los tabloides Bild de Alemania y el Jewish Chronicle del Reino Unido, lo que provocó "preocupación por los graves daños a la seguridad nacional y por poner en peligro fuentes de información", especialmente en relación con los esfuerzos de Israel para liberar a rehenes. Tras la filtración, el Shin Bet, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y la policía lanzaron una investigación conjunta para determinar el alcance de la filtración y los responsables detrás de ella.
Respuesta de la oposición israelí
La gravedad del caso también generó fuertes reacciones en el ámbito político israelí. Yair Lapid, líder de la oposición, calificó el caso como un "acto de incompetencia o complicidad" por parte de Netanyahu. "La defensa de Netanyahu es que no tenía control sobre el sistema que dirige. Si es cierto, es incompetente... Si Netanyahu lo sabía, es cómplice de uno de los delitos de seguridad más graves", declaró Lapid, según The Times of Israel.
Benny Gantz, otro importante opositor, enfatizó que "se ha profanado el sancta sanctorum de la seguridad de Israel por motivos políticos", añadiendo que la situación se ha vuelto insostenible para la integridad de la seguridad nacional del país.
La investigación sigue en curso bajo estricta supervisión judicial, y las autoridades han advertido sobre las posibles repercusiones de filtrar detalles adicionales, ya que podría obstaculizar los objetivos de la investigación y comprometer la seguridad del Estado.
Foto por AFP