NotiPress
La situación en Colombia se agravó desde la noche del 2 de septiembre de 2024 debido al paro camionero, principalmente en el sur de Bogotá. El gremio de transportistas salió a las calles en rechazo al aumento de $1,904 en el precio del galón de diésel, que ahora cuesta $11,360.
Este incremento generó protestas, bloqueos y caos en la movilidad, afectando el servicio de TransMilenio, cerrando importantes vías y provocando la suspensión de clases en decenas de colegios.
Para el 3 de septiembre se espera una reunión crucial en el ministerio de Transporte entre representantes del gobierno y líderes del sector de transporte de carga, con el objetivo de evitar que la situación se agrave aún más.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, expresó su preocupación y calificó la reacción del gremio como "excesiva", señalando que la paralización del país está afectando a millones de colombianos que necesitan trabajar y a los estudiantes que deben asistir a clases. En declaraciones a Blu Radio, Bonilla explicó que uno de los problemas es que los camioneros no reciben un pago adecuado por parte de los empresarios, lo que los deja con un sistema insostenible, a pesar de que el gobierno incrementó la tarifa de los fletes.
Bonilla también mencionó que el precio del diésel estaba congelado desde hace 56 meses, por lo que es imposible evitar ajustes. Además, descartó la propuesta de que Ecopetrol compre y refine petróleo al precio sugerido por el sector. Según las estimaciones del ministerio, el alza del diésel podría incrementar la inflación entre 0.28% y 0.30% para este año, cerrando el costo de vida en torno al 5.5%.