Por Ricardo Burgos Orozco
Recuerdo que en 2020 visité por primera vez el Museo del Metro, ubicado en la estación Mixcoac, de la Línea 12. Es muy interesante lo que exhiben ahí. En ese entonces no imaginaba que iban a cerrarlo por tiempo indeterminado a consecuencia del terrible accidente la noche del pasado 3 de mayo entre las estaciones Olivos y Tezonco.
El museo está colocado en un espacio de 300 metros cuadrados en Mixcoac, del lado de uno de los pasillos que conducen a los andenes de la Línea 12, pero debido a lo que sucedió ese día triste, se cerraron todas las 20 estaciones y, por supuesto, también ese recinto.
Lo peor es que todavía no hay una fecha definida para que se abra nuevamente la Línea 12; las autoridades hablan de un año, pero varios trabajadores técnicos del Sistema de Transporte Colectivo con quienes platiqué, calculan que será difícil abrir la ruta en la fecha calculada.
Mientras tanto, el museo está cerrado, aunque se puede visitar de manera virtual. Por supuesto, nunca será lo mismo, pero abierto tenías la oportunidad de comprar algunos recuerdos como encendedores, plumas, playeras, libretas, hasta un trenecito a escala. Los costos van desde 20 a mil 500 pesos.
En Mixcoac, pero de la Línea 7, que va de El Rosario a Barranca del Muerto, hay vallas color naranja que impiden el paso a los túneles hacia la Línea 12. A un vigilante chaparrito y muy serio, colocado en uno de los torniquetes de salida, le pregunté por el museo y me confirmó que nadie sabe cuándo lo van a volver a abrir.
La gente encargada, unos cinco o seis jóvenes excelentes en el trato, la información y la orientación en el museo, está adscrita por el momento a otras áreas porque pertenecen a la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México, es decir, no son empleados del Sistema de Transporte Colectivo como se pudiera pensar.
En vista de las circunstancias del
cierre indefinido del
espacio cultural en el
Metro, esta semana
me conformé con
entrar a la
página virtual (
Dar click aquí) Estuve
navegando por un buen rato y
recordé los
temas en cada una de los
espacios.
Son varias salas. La uno se llama: La Otra Ciudad, donde se presentan planos inéditos de la construcción de las líneas 1 y 2; la dos, Historia de una Travesía, con fotografías y objetos que recuerdan la obra en distintas fases y periodos; la seis, El Metro más Feliz del Mundo, con logotipos, tipografía y señalización de las estaciones, creadas por Lance Wyman, y la siete, El Metro, sus Boletos y la Historia.
Tengo el presentimiento que van a pasar muchos meses hasta que se reabra nuevamente el Museo del Metro. Mientras, ni modo, hay que hacer nuestros recorridos virtuales. Son gratis también.
Imagen: Especial