Por Óscar Roa
En tiempos antiguos la humanidad ligaba estas fechas a la llegada de los meses de escasez y aprovechaban para hacer fiestas, donde sacrificaban animales para su consumo para así evitar darles de comer en el invierno, se volvió la oportunidad de comer carne fresca, que raramente se daba en la abundancia esos días.
Los romanos tenían muy clara esa fecha y en el calendario juliano estaba considerado el 30 de diciembre el solsticio de invierno, cuando se impuso el calendario gregoriano quedó establecido fijamente como el 25 de diciembre, el cual fue vinculado al nacimiento de Cristo, la iglesia católica permitió se asociara con las fiestas y celebraciones paganas que se daba en las diferentes culturas desde la antigüedad.
Durante los últimos 40 años nos han hecho creer que “tener” es igual a “felicidad”, la sociedad se volvió más vacía y nosotros también, nos hicieron pensar que dar el regalo costoso era querer más. Especialmente recuerdo una Navidad, en la cual no sabía que regalarle a los hombres de la familia, en ese tiempo teníamos mucha tensión por distintas circunstancias, compré unas pistolas con dardos de hule espuma, las cuales son muy sencillas, sólo para eso me alcanzaba, recuerdo me sentía triste por no poder regalar algo más costoso; antes de los regalos y durante la cena el ambiente era tenso y acartonado, llegó la hora de entregar los regalos, tengo presente la cara de mis sobrinos cuando vieron las pistolas, evocando sus momentos de niñez, pero al darse cuenta que todos los hombres tenían una pistola, entendieron debían desempacar el regalo lo más rápido posible para sobrevivir al juego que estaba por empezar, y… se desató todo una guerra, la cual terminó con la tensión, nos hizo reir a carcajadas, nos invadió la alegría, nos recordó que como familia, así éramos; tuvimos armonía y paz entre nosotros.
Me parece para los que creen en Dios de manera católica y para lo que no también, este día es un momento de oración para agradecer con el alma, la mente y el corazón, el estar vivos; seguir y estar es una bendición.
Es el momento de dar el regalo más importante a nuestros seres queridos, el que necesita en este momento, con el corazón en las manos ese abrazo, perdón, aliento, comunión y esperanza. A los que tienen la posibilidad de celebrar mejor que la mayoría, aprovechen ese momento con humildad para darle a esta fecha un significado espiritual.
EN POSITIVO, hoy las circunstancias que estoy viviendo son muy distintas, ha habido cambios drásticos en mi vida, los cuales se dan en esta nueva realidad, a veces tengo miedo, pero siempre tengo esperanza, me siento bendecido por el futuro, pero aún más por mi presente, porque a Dios le doy gracias por estar aquí y ahora. Les deseo una hermosa nochebuena y una feliz navidad.
@JefeMaestro01
@oscarroaflores