Jimmy Goldsmith deja legado como benefactor de la Selección Mexicana

alondra.espinoza@contrareplica.mx

Considerado como uno de los principales promotores y benefactores de la Selección Mexicana, además de ser el dueño de los Loros de Colima en el Ascenso MX, Jimmy Goldsmith falleció en la madrugada del lunes a los 86 años de edad, a causa de un infarto.

De origen británico, Jimmy fue un exitoso empresario que heredó una gran fortuna por parte de su padre, un Lord inglés que en la década de los sesentas formó un gran emporio en varios ámbitos empresariales como los son el alimentario, farmacéutico, medios impresos, llanteras y turístico, entre otros, llegando a tener un patrimonio de más de cuatro mil millones de dólares. Por su parte, su madre era hija del millonario boliviano Antenor Patiño, quien acaparaba el mercado del estaño a nivel mundial.

En un principio Goldsmith siguió los pasos de su padre en varios negocios en la farmacéutica y en la rama alimenticia en Latinoamérica y Estados Unidos, pero realmente su gran pasión, era el Futbol. No fue hasta la década de los ochentas que incursionó en el mundo del balompié, cuando coincidió con la Selección Mexicana en Francia, durante una gira por Europa, y en ese entonces les sirvió como traductor.

De inmediato comenzó una buena relación con la Federación Mexicana de Futbol y la Selección mexicana, convirtiéndose en alguien muy cercano a Alejandro Burillo en su presidencia de la FMF entre el 2000 y 2006, dándole un cargo en la institución. Fue el principal promotor y benefactor del Tri por su colaboración en conseguir grandes contratos de publicidad, además de lograr más juegos en el extranjero, incluso poniendo dinero de su propia bolsa.

De igual manera, formó para del comité organizador de la Copa del Mundo México 1986 y fungió como Coordinador de Asuntos Interiores del máximo organismo del futbol mexicano.

Cuando finalizó su relación con el tricolor a principios del 2000, Goldsmith compró al equipo del Atlético de Cihuatlán, club extinto de la Tercera División, en el cual invirtió buenas cantidades de dinero, hasta lograr el ascenso a Segunda. Luego de intentar subir de categoría al club, 2004 dejó al equipo.

Para el 2008, regresó al balompié al fusionar a su antiguo club con los Loros de Colima, incorporando varios jugadores y a Octavio Mora como entrenador, llevando nuevamente un equipo a la Segunda División al Ascenso MX. Su gestión en la plantilla, se destacó también por no tener ningún problema en darle estabilidad económica.

“Gran líder, altruista, inspirador y de gran calidad humana. Tu legado en el deporte colimense y tus logros en el futbol nacional siempre permanecerán en el corazón de millones de mexicanos. Gracias Jimmy por todo lo que nos diste”, señaló el conjunto de los Loros tras anunciar el fallecimiento de Goldsmith, a través de sus redes sociales.

El empresario deja un gran legado a pesar de no estar completamente en los reflectores, pues fue muy querido por las personas con las que se relacionó, quienes lo describían como un dueño “de esos que ya no hay”, ya que aseguran Jimmy, hacía el viaje con el equipo en cada partido y estaba presente en todos los entrenamientos.