El debate presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris, llevado a cabo en Filadelfia y moderado por ABC, se destacó por su intensidad y confrontación sobre temas clave como el aborto, la migración y la política exterior. Mientras que Trump se mostró combativo y acusó al canal de ser parcial en su contra, Harris aprovechó su oportunidad para resaltar las debilidades de su rival y dominar la discusión.
En una entrevista con el programa "Fox and Friends", Trump calificó el debate como su mejor actuación y aseguró haber ganado "por mucho". Sin embargo, diversos analistas y medios de comunicación sugieren lo contrario. Según el periódico The New York Times, Harris supo explotar astutamente las debilidades de Trump, especialmente su ego y su historial cuestionable. El análisis del Times sostiene que la demócrata logró penetrar el "capullo cómodo" de Trump, provocando su enojo y destacando temas controvertidos como el asalto al Capitolio y la derogación del fallo Roe vs. Wade.
Larry Sabato, profesor de política en la Universidad de Virginia, afirmó a AFP que Harris ganó ampliamente el debate y se tomó una revancha tras la derrota de Biden en el primer debate. Julian Zelizer, profesor de la Universidad de Princeton, elogió la “precisión y los planes de Harris” frente al “caos y la desinformación” de Trump. Por su parte, el estratega republicano Liam Donovan destacó que Harris ejecutó su estrategia de manera efectiva, lanzando golpes certeros y provocando reacciones furiosas de Trump.
John F. Harris, jefe de redacción de Politico, también subrayó que Harris logró imponerse debido a la falta de estrategia de Trump. Según Harris, la vicepresidenta utilizó cada pregunta como una oportunidad para recitar líneas preparadas y enfatizar los puntos débiles de Trump, quien respondió con detalles que solo sirvieron para amplificar las críticas hacia él.
En resumen, mientras Trump se queja de un supuesto sesgo en el debate, Harris ha sido ampliamente reconocida por su habilidad para manejar la discusión y destacar los puntos vulnerables de su oponente. La noche en Filadelfia dejó claro que, a pesar de las afirmaciones de Trump, el desempeño de Harris fue el que capturó la atención de analistas y observadores.