Desde la primera campaña presidencial de Donald Trump en 2016, utilizó las amenazas en muy diversos espacios como la columna vertebral de su narrativa pública, sabedor de la imagen de bravucón, generador de la confusión, caos y la sorpresa que estaba en construcción.
Fiel a estilo, Trump volvió a utilizar esta estrategia para generar el interés mediático y ubicarlo bajo los reflectores de la televisión, los micrófonos de la radio y las cámaras o teléfonos celulares de los medios digitales.
Entre las múltiples amenazas están las de imponer nuevos y altos impuestos a todos los artículos que ingresen a los Estados Unidos desde cualquier parte del mundo. El porcentaje está por acordarse ya que podría llegar incluso al 25 por ciento del anunciado para México y Canadá.
El martes por la mañana el entrante presidente estadounidense anunció la creación de una Agencia de Servicio de Impuestos Externos para recaudar aranceles y, otros ingresos de naciones extranjeras. Esto no es otra cosa que cerrar la economía local al mundo con el impacto que esto implica para los ciudadanos de a pie.
Con estas declaraciones busca Trump darles forma a sus amenazas…” empezaremos a cobrar a los que se lucran a costa nuestra con el comercio y empezarán a pagar” como leímos en su preferida red social Truth. Comparó su creación con el Servicio Interno de Impuestos del
Departamento del Tesoro de Estados Unidos (IRS) que es el recaudador de impuestos domésticos de la nación, así la justificación.
Más allá de lo que diga Trump y de sus amenazas, la creación de una nueva agencia requiere una ley del Congreso y los republicanos tienen la mayoría en ambas cámaras; la de Representantes y el Senado, pero esto tomaría su tiempo.
Este anuncio de Trump vuelve a llamar la atención ya que ha prometido reducir el tamaño del gobierno, con esto estaría creando una nueva dependencia para realizar funciones que ya manejan agencias existentes incluyendo el Departamento de Comercio y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, que recaudan aranceles e ingresos de otras naciones.
El próximo presidente no dio a conocer con precisión el monto de estos nuevos impuestos, sin embargo, la amenaza parece que estará en el 25 por ciento que ha dicho se estarían aplicando para México y Canadá, del 60 por ciento de China, nada claro aún, pero los números son de altos vuelos sin duda.
Los demócratas del Congreso reaccionaron en voz de Ron Wyden del Comité de Finanzas del Senado… “ningún ridículo cambio de marca ocultará que Trump está planeando un aumento de impuestos de varios billones de dólares sobre las familias estadounidenses y las pequeñas empresas para pagar otra ronda de beneficios fiscales para los ricos”.
@arnc7