La justicia además de ser un ideal, es la primera cualidad de las instituciones, como la verdad lo es del pensamiento.
La concepción de justicia en el estado moderno descansa en las reglas establecidas por una sociedad, las premisas esenciales se distribuyen en las instituciones creadas para lograr la tan anhelada igualdad que es también el concepto más amplio de justicia.
Las instituciones, al ser creadas con un fin determinado y bajo un modelo de gobierno en los estados, favorecen ciertas posiciones frente a otras de manera natural, lo anterior trae consigo de intrínsecamente desigualdades generadas por la estructura básica de toda sociedad, quizá inevitables. Esos son tal vez los principios que regulan los elementos esenciales de una constitución política y de la conformación de un país, elementos en segundo término, económicos, políticos y sociales
Por muchos años, el viejo régimen no concebía a la justicia como un valor fundamental de la vida democrática de México, dado a que las instituciones atendían cualquier otro interés menos el de las mayorías, lo que trajo como resultado el distanciamiento entre la sociedad y el estado.
La Cuarta Transformación marca un antes y un después en la vida democrática de México, el nuevo régimen trae consigo un cambio profundo en las instituciones de nuestro país, pero también en su sociedad ya que pone al ciudadano en el centro de las políticas públicas, lo anterior obliga al ciudadano a entender que es parte fundamental en la construcción de una verdadera democracia y como tal debe formarse y participar activamente.
Se han hecho reformas estructurales para hacer de los derechos una realidad, por mencionar algunas reformas aprobadas, se encuentran: la reforma a la Ley Federal del Trabajo en el régimen de subcontratación laboral, la reforma a la Ley de Hidrocarburos y el decreto que expidió la Ley Federal de Revocación de Mandato, las cuales anteponen el bienestar común por encima del interés de unos cuantos.
La justicia social y la eficacia en las instituciones son parte fundamental para lograr el bien común. Aún quedan muchos desafíos para garantizar la solidez de un país democrático, ejemplo de ello, es la controversia que existe entre quienes están al frente de las instituciones y los ciudadanos mismos que han salido a la calle para expresar su intención de llevar a cabo una consulta ciudadana contemplada en nuestra carta magna.
México pareciera que da pasos agigantados hacia la construcción de una democracia de ciudadanos, pero sus instituciones no atienden a las realidades que la sociedad exige, ya que fueron creadas con un fin determinado bajo otro régimen.
Para que la Cuarta Transformación se consolide además de las reformas al marco jurídico es necesario que quienes están al frente de las instituciones, quienes hemos sido elegidos como representantes populares y la ciudadanía misma entendamos que la democracia es el pilar de la justicia.
Es el momento de los ciudadanos por encima de las pretensiones personales y sus colores.
María Rosete
#porloqueamamos