Por Onel Ortíz Fragoso
@onelortiz
José Narro presidirá el Senado de la República y Santiago Creel la Cámara de Diputados. Esto claro, si las próximas 48 horas los acuerdos construidos con saliva durante meses resisten los vendavales y las presiones políticas en el seno de los grupos parlamentarios.
En el Senado las cosas están que arden. Narro logró el apoyo de la mayoría de los integrantes de su grupo, consiguió el visto bueno de AMLO y un acuerdo inicial con Ricardo Monreal. Alejandro Armenta se bajó de la competencia. En corto dice que es para garantizar la unidad, la verdad es para no exhibirse en una votación en la cual perdería de manera clara. Gabriel García, sin el apoyo presidencial, intentó subirse a la contienda, no tuvo éxito. Puso sobre la mesa una propuesta muy morenista, que el nombre para presidir la Mesa sea por tómbola. La propuesta agarró cierto vuelo en medios, pero fue desechada.
Higinio Martínez insiste en ocupar la Mesa Directiva del Senado como premio de consolación por no haber ganado la encuesta para ser candidato de Morena a la candidatura del Estado de México. El Senador tarda en asimilar su situación. Parece que no comprende o no quiere entender la dinámica de las decisiones en Morena.
Los tiempos se ajustan a los intereses del senador mexiquense. Presidir la Mesa este año y ante un eventual triunfo de Delfina Gómez el año próximo, integrarse a su gabinete.
Higinio Martínez llevó su petición a todos los centros de poder de la Cuarta Transformación. Presionó con todo el arsenal de armas políticas a su alcance, pero aún no ceden a sus peticiones. Narro presidirá la Mesa, pero los dos días siguientes son decisivos.
En la Cámara de Diputados, desde el inicio de la Legislatura, el Grupo Parlamentario del PAN perfiló a Santiago Creel para presidir la Mesa en el segundo año y lo más probable es que así ocurrirá. Sin embargo, entre los panistas hay una rebelión en ciernes. Las diputadas azules han expresado que una de sus compañeras debe ser quien presida la Mesa Directiva.
En San Lázaro por norma, la Presidencia de la Mesa es ocupada por los grupos parlamentarios en orden descendente. El año legislativo que termina, la ocupó Morena; éste el PAN y el tercer año, lo hará el PRI. Aunque esto es ley y cada grupo define quien presidirá la Mesa en el año que le corresponde, la decisión es comentada con el resto de los grupos.
Morena y los otros integrantes de la Coalición Juntos Hacemos Historia ven con buenos ojos la llegada de Creel, pero si el PAN, de último momento, cambiara su propuesta respetarían esa decisión. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.