La conocida Ley Silla ya es una realidad en México. Con la entrada en vigor de la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT), las empresas están obligadas a ofrecer asientos con respaldo a sus empleados que desempeñen labores prolongadas de pie. Esta medida busca prevenir afectaciones a la salud derivadas de posturas forzadas, y coloca al país al día en materia de derechos laborales, tras más de un siglo de rezago respecto a economías similares.
Aunque la disposición ya está vigente, la normativa establece un periodo de transición de 180 días naturales para que los empleadores realicen las adecuaciones necesarias. Es decir, será hasta el 14 de diciembre de 2025 cuando sea plenamente exigible que todos los centros laborales cuenten con mobiliario ergonómico y normativas internas adaptadas.
La especialista laboral Estefanía Rueda, socia de la firma Littler, explicó que la obligación se centra en proveer sillas con respaldo accesibles en el lugar de trabajo o habilitar espacios destinados al descanso, especialmente para quienes permanecen de pie varias horas al día. “Lo importante es que los trabajadores tengan la posibilidad real de sentarse a descansar durante su jornada”, puntualizó.
Por su parte, la firma D&M Abogados enfatizó que salvo excepciones justificadas, ya no debe haber empleados que pasen toda su jornada sin sentarse. Por ello, recomiendan a las empresas realizar diagnósticos de puestos, adquirir el mobiliario adecuado y capacitar al personal sobre estos nuevos derechos.
La reforma incluye dos obligaciones principales: garantizar suficientes sillas para permitir pausas de descanso, y prohibir que los trabajadores permanezcan de pie durante toda la jornada laboral. Estas medidas deberán reflejarse también en el reglamento interno de trabajo de cada empresa.
Mayeli Cabral, socia del área Laboral de Chevez Ruiz Zamarripa, detalló que durante los próximos meses las compañías deberán adaptar su normativa interna, registrar los cambios ante el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) y preparar el entorno físico para cumplir con la nueva disposición. “La obligación ya está en marcha, pero las sanciones podrían aplicarse hasta después del plazo de adecuación”, aclaró.
Ambas expertas coinciden en que, aunque aún no es sancionable, lo recomendable es que las empresas comiencen cuanto antes con la implementación. No sólo para evitar futuras multas, sino porque el fondo de esta reforma es proteger la salud de las personas trabajadoras.
Otro punto clave es que las nuevas reglas sobre el uso de sillas y tiempos de descanso deberán ser consensuadas entre patrones y empleados. Según la ley, cualquier modificación al reglamento interno debe pasar por la Comisión Mixta de Reglamento, conformada por representantes de ambas partes.
Finalmente, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social tiene 30 días desde la entrada en vigor de la ley para emitir los lineamientos oficiales que detallarán cómo se aplicará la medida en los centros de trabajo. Hasta entonces, las empresas que deseen anticiparse deberán actuar con cautela para no incurrir en errores operativos o legales.