Columnas
@onelortiz
https://youtu.be/ARIj_hLfWuE?si=eT5hFCQhk3lv6QyN
En tiempos recientes, el sexo en el Metro ha sido tendencia en los medios de comunicación y, principalmente, en las redes sociales: metro, mentiras y videos.
Hace unos meses, Luna Bella, una actriz porno, y su producción tuvieron el mal gusto —diría vulgaridad— de grabar una escena de sexo explícito en un vagón de metro ante la presencia de los usuarios. Hombres, mujeres, niñas y adolescentes contemplaron la escena. Uno de los participantes en la filmación era un policía que se encontraba de descanso, quien fue primero suspendido, luego defendido por organizaciones sociales y, finalmente, reinstalado en su cargo.
Luna Bella logró su cometido: hacerse propaganda gratis por medio del escándalo y, seguramente, ganar más seguidores y público que verá su video. Así de miserable es la industria del cine porno en México.
Hace unos días, dos empleados de Movistar, un hombre de 37 años y una mujer de 19 (la edad es importante), fueron sorprendidos teniendo relaciones sexuales detrás de una caseta de ventas de su empresa. Fueron llevados ante las autoridades por faltas a la moral y mal uso de las instalaciones, lo cual es una falta administrativa que amerita una multa y, seguramente, el despido por parte de la empresa de telefonía. Hasta ahí, todo normal.
El asunto adquirió otra dimensión cuando las fotos del momento en que tenían relaciones sexuales y las imágenes tomadas por las autoridades, así como sus nombres, se filtraron a las redes sociales y se volvieron tendencia. El linchamiento fue terrible y sacó lo más sexista de las redes. Como era obvio, nadie esperaba empatía por la pareja, pues lo que sucedió fue una lluvia de insultos y vulgaridades hacia la mujer de 19 años, y de halagos hacia el hombre de 37. Así de tóxico está el ambiente en redes sociales.
La mujer de 19 años pasó de ser responsable de una falta administrativa —obvio, injustificable— a ser víctima de un linchamiento por turbas digitales. La pareja fue totalmente irresponsable, pero mientras que el hombre es un héroe del machismo, la mujer quedará estigmatizada por largo tiempo.
Las autoridades fueron negligentes. Era su responsabilidad resguardar esas fotografías, así como las identidades de los involucrados. ¿Habrá alguna investigación? Sí, pero sin ningún responsable. Nadie sabe, nadie supo.
¿Quién es el responsable de proteger nuestra identidad y el resguardo de nuestros datos personales? El Estado mexicano. ¿Y si el Estado no lo hace? Para eso está el INAI, el mismo que podría desaparecer en septiembre si los diputados y senadores no se dan tiempo de analizar con cuidado y responsabilidad el enorme poder que les dio la ciudadanía. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.