Por Onel Ortíz Fragoso
@onelortíz
El Sistema de Transporte Colectivo Metro debe pasar de la Ciudad de México al control, administración, desarrollo y responsabilidad del Gobierno Federal. Las razones de esta propuesta son varias. Algunas vienen de tiempo atrás, otras derivan de la tragedia de la Línea 12, pero sobre todo, sería la única forma de que el Metro sea viable.
El Metro corre veloz hacia el abismo. La tragedia de la Línea 12 es apenas un ejemplo de lo que puede ocurrir si los gobiernos capitalino y federal no toman cartas en el asunto. La Ciudad, atada de manos política y financieramente, carece de recursos para enfrentar las necesidades de este medio de transporte que diario mueve a millones de usuarios. Al gobierno capitalino no le alcanza para reparar la Línea 12, menos para dar el urgente mantenimiento que necesita el sistema completo y menos aún, para construir nuevas líneas.
El Metro empezó a funcionar hace más de medio siglo. Fue la apuesta correcta para una ciudad que crecía acelerada y caóticamente en todas direcciones. Publicado en 1985 y reformado en 1996, el Plan Maestro del Metro proyectaba que en 2010 estarían construidas 15 líneas y las existentes se ampliarían.
La Línea 10 correría sobre Insurgentes. La Línea 11, sería metro elevado, iniciaría en la zona de Santa Mónica, en las inmediaciones de Ciudad Satélite y concluiría en Bellas Artes. La Línea 13 iría de las inmediaciones de Satélite hasta San Lázaro. Línea C, iría de Cuautitlán Izcalli a El Rosario. La Línea D iría de Coacalco a Santa Clara, en Ecatepec. Además se ampliarían las Líneas 7 y 8, la primera llegaría hasta San Ángel y la segunda hasta Indios Verdes. De mediados de los años ochenta a la fecha sólo se construyó la Línea 12, con los problemas que ya sabemos.
A partir de 1997, cuando la oposición ganó la CDMX, los gobiernos federales panistas y priístas estrangularon financieramente a la administración capitalina. Los gobiernos de la Ciudad priorizaron los programas sociales, optaron por los segundos pisos y líneas de metrobus, más baratos, rápidos de construir y con utilidad política.
Las necesidades de transporte de la Megalopoli han cambiado. Ahora no sólo se necesitarían las 15 líneas proyectadas en el Plan Maestro del Metro, sino el desarrollo de una red de trenes de cercanías. El Tren Suburbano que va de Buenavista a Cuautitlán funciona desde hace años y según datos oficiales del Gobierno Federal, el Tren a Toluca está a punto de concluirse. Faltaría los trenes de pasajeros a Puebla, Pachuca, Querétaro y Cuernavaca.
Proyectos de este tipo sólo son posibles desde el Gobierno Federal. Basta ya de politiquería, necesitamos gobernantes con visión y responsabilidad en todos los niveles. Eso pienso yo. ¿Usted que opina?