Momento de pensar, no de tener miedo

Tal vez por eso el mensaje de Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas, generó gran revuelo e incluso se volvió trending topic en las redes sociales, pero veamos, durante su conferencia recurre a una frase que mucho nos nos hemos repetido: la vida tiene que continuar y agrega: “sabemos que el miedo es muy mal consejero y hoy nos han metido a todos el miedo. El miedo a morir por el virus… es momento de pensar, no de tener miedo”, sobre todo ahora que nuestro temple está a prueba.

El empresario no soslaya los datos duros en torno al coronavirus como el hecho de que es muy contagioso, que afecta más a ancianos y a quienes tienen problemas de salud previos como diabetes e hipertensión; pero seguramente generó una reacción porque nos recordó a todos que también mueren por presión alta, 10 millones de personas; por fumar, 7 millones; por azúcar alta, 6.5 millones; por obesidad, 4.7 millones, cifras que como hemos repetido hasta el cansancio, ya las hemos normalizado, pero eso no quiere decir que sean menos graves o que ameriten menos atención.

En ejercicio de su derecho constitucional, Salinas Pliego externó su opinión, la cual podemos o no compartir, y que palabras más, palabras menos pide ubicar en su justa medida al virus que tiene asolado al mundo: el Covid-19, porque “no es de alta letalidad”, lo cual fundamentó presentando cifras de lo que cada año ocurre en el mundo. Hace tres años, en el 2017, fallecieron 58 millones de personas por diversas causas, de tal forma, se proyecta que para este 2020, habrá 60 millones de defunciones. Hasta el 24 de marzo se reportaron 17 mil 507 muertes por el Coronavirus.

Además, hizo un llamado a hacer de lado “la ecuación equivocada de que virus es igual a muerte. No es cierto. Está en error quien piense que el virus le va a conducir a la muerte”, porque si bien el Covid-19 no se puede hasta el momento controlar, sí es posible prevenirlo y de esta forma adelantarse al impacto de la pandemia, o sea, afrontar el problema sin perder la calma.

Y citó una carta que escribió su padre, un hombre de 88 años de edad que hace reflexiones dignas de considerar y que muchos medios de comunicación han retomado en los últimos días al referirse a los sectores más vulnerables: “…suena razonable que el mundo se paralice por completo para intentar contenerlo. Como van las cosas parece que no moriremos por coronavirus, pero sí vamos a morir de hambre”, por eso recomienda que no se suspenda drásticamente toda la actividad económica, porque eso podría derivar en crisis y desesperación para millones de personas, “y de eso sí tenemos que preocuparnos” porque la mayoría de la población vive al día.