Columnas
Hace unos días, a través del legislativo federal, la fracción parlamentaria de Morena alcanzó el primer objetivo que se planteó con este nuevo ejercicio. Lo que ha pasado, además de ser un hecho histórico, constituye un paso importante en la consolidación de las políticas públicas del país. De hecho, la organización interna, para tal efecto, fue la punta de lanza para aprobar el primer tramo del paquete de iniciativas que propuso el presidente López Obrador. Para ello, se hizo efectiva la voluntad del pueblo de México, básicamente en la responsabilidad que delegó a los representantes populares luego del voto mayoritario. O sea, se hizo cumplir el mandato popular que, se sabe, demandó cambios para seguir democratizando el territorio nacional.
Luego de que se consensuaron, analizaron y debatieron los contenidos de las cinco primeras propuestas de modificación al marco constitucional, su líder, Ricardo Monreal, ha entregado buenas cuentas en el arranque de este ejercicio legislativo. Eso, por lo tanto, es un avance sustancial considerando la transición del poder ejecutivo que se vivirá mañana. Tal y como está previsto, Claudia Sheinbaum, desde la tribuna del salón de sesiones de San Lázaro, tomará protesta como presidenta constitucional de México. De hecho, el coordinador de la fracción parlamentaria de Morena, en este caso, ha puesto una atención minuciosa para recibir a la futura jefa de Estado.
He ahí la gran diferencia que marca un líder de la talla de Ricardo Monreal. Él, desde un principio, tomó el control total de la agenda de prioridades del legislativo federal. En el paquete de veinte iniciativas, en particular, se propuso concretar cada una de ellas, considerando y ajustando los tiempos para desahogar los temas. Dicho de otro modo, ha dado otra demostración de la eficaz gestión que tiene a cargo como líder y estratega de los trabajos. Siendo una figura clave para la construcción del segundo piso de la cuarta transformación, será uno de los principales aliados de Claudia Sheinbaum. Inclusive, su quehacer se ha convertido en sinónimo de efectividad sobresaliente, especialmente en tópicos donde muy a menudo el clima de intensidad va en aumento con la oposición. Él, como buen mediador con las distintas fuerzas, tiene una función para facilitar más los mecanismos de diálogo y apertura.
Y alguien que fomenta la participación de todas las fuerzas políticas, y que además es un liderazgo, resalta siempre como el principal protagonista. Ricardo Monreal, de manera rápida, ha tomado el control político de San Lázaro. Hablo de la organización y planeación no solamente en la Junta de Coordinación donde se toman decisiones colegiadas importantes, sino también en la influencia que tiene con toda la coalición Seguimos Haciendo Historia. Con esa plena dedicación y entrega, el zacatecano, por lo tanto, ha cerrado el primer mes de actividades con cinco reformas constitucionales aprobadas en mayoría. Eso, al dejar buenos dividendos, lo pone nuevamente en los titulares de la prensa como uno de los personajes políticos más importantes del país.
El paquete de iniciativas, obviamente, tiene un amplio contenido en 15 rubros importantes que faltan por analizar y debatir. El mismo Monreal, en efecto, ha marcado el cronograma de actividades que, desde luego, se resolverán satisfactoriamente bajo la batuta del zacatecano. Lo vimos en este primer tramo a pesar de las resistencias mínimas de la oposición, sobre todo en el proyecto de reforma al poder judicial que, por mucho, resolvió a la perfección Monreal. Fue, a propósito de ello, altamente eficaz. De hecho, prestamos atención a la logística para blindar los quehaceres en una sede alterna luego de las manifestaciones.
Definitivamente, estamos en presencia, tal y como lo hizo en el Senado de la República, de un Ricardo Monreal, lúcido, eficaz y líder de todos los trabajos que envuelven al legislativo federal. Además de ello, Monreal contribuye, con la experiencia y madurez, a la transición política que tendrá en el país. Él, como sabemos, se reúne periódicamente con Claudia Sheinbaum para revisar temas de la agenda.
En un contexto claro, eso significa que para la futura jefa de Estado, Ricardo Monreal, es una pieza fundamental en el armado. Hoy, al mismo tiempo, el zacatecano es un hombre de todas las confianzas de Claudia. Indudablemente, eso se consolidó con el trabajo quirúrgico que hizo Monreal en tiempos de campaña.
Desde ese punto de vista, podemos augurar, además de la unidad interna, un desarrollo pleno para sentar las bases en la construcción del segundo piso de la cuarta transformación. Ricardo Monreal, considerando el primer paso importante que ha dado en el legislativo, ha cimentado el camino para garantizar democracia, prosperidad, progreso y desarrollo a través del andamiaje de iniciativas que, dentro de muy poco, serán una realidad. Él, de hecho, lo está llevando a cabo con las cinco primeras reformas constitucionales que, en buena medida, son el primer tramo.