Nacer niña o niño determina el acceso a servicios básicos como la salud y la educación, acceso al deporte, al empleo remunerado a una vida libre de violencia y a condiciones para garantizar bienestar y desarrollo.
Desde hace 10 años, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó que cada 11 de octubre se conmemoraría el “Día Internacional de la Niña”, con la finalidad de visibilizar las brechas existentes en razón de edad y de género, que enfrentan todas las niñas del mundo, particularmente en aquellas sociedades construidas en cimientos machistas y/o adultocentristas.
La fecha, busca también recordar las necesidades de que el estado, instituciones y sociedad cumplan su rol como garantes de derechos. Ser niña en México te expone a ser víctima de desaparición, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDO), en la última década se han reportado la no localización de 3 mil 241 mujeres adolescentes de entre 12 y 17 años dando un promedio anual de nueve cada día. Este grupo etario conforma la mitad de los reportes de desaparición de mujeres en México.
Ser niña en México es enfrentarte diariamente a la violencia feminicida en aumento, las cifras del Secretariado Nacional de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobernación (SESNSP), indican que las muertes de mujeres se han incrementado en los últimos cinco años hasta en 96 por ciento, de diciembre de 2018 a diciembre de 2020, han sido víctimas de feminicidio 150 niñas y adolescentes.
Ante la falta de visión por garantizar el derecho a la Educación Sexual Integral (ESI), el embarazo en adolescentes es un fenómeno que durante los últimos años han enfrentado las niñas no sólo de México, si no de América Latina y el Caribe. México ocupa el primer lugar en el tema, entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), mientras que en América Latina y el Caribe se tiene la segunda tasa más alta de embarazos en el mundo, con alrededor de 18 por ciento de los nacimientos correspondientes a madres menores de 20 años.
Ser niña en México, es enfrentarse a la posibilidad de tener que abandonar los estudios, perdiendo así la oportunidad de ingresos presentes y futuros, acceso a opciones de desarrollo humano como actividades recreativas y sociales. Tan sólo durante el ciclo escolar 2020-2021, más de dos millones de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes no se inscribieron al ciclo escolar, por falta de apoyos económicos y otras consecuencias derivadas de la pandemia.
Este día debe ser una oportunidad para analizar, revisar, modificar o crear las políticas públicas que garanticen condiciones de igualdad a las niñas de nuestro país. Es momento de pasar del discurso reflexivo a la acción.