Olvidan las medidas preventivas ante sismo

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El fuerte y largo temblor de ayer generó que la Sana Distancia fuera dejada de lado, así como los cubrebocas, debido a que miles de habitantes de la zona conurbada salieron a las calles de manera presurosa.

Niños, mujeres, personas de la tercera edad, y hombres, incluso llevando sus mascotas dejaron el confinamiento social, la mayoría sin llevar las caretas de protección.

Y posterior al fenómeno natural, el intercambio de opiniones generó que las personas tuvieran acercamientos nuevamente.

Debido al confinamiento social, varias personas estaban en casa al momento del temblor, situación que generó que salieran de los inmuebles, y otros más de oficinas, en algunos puntos de la ciudad arremolinándose en banquetas o camellones.

Incluso en la colonia Roma se observó a personas que salieron en ropa interior y muchos en pijamas, chanclas o descalzos, pues aún varios dormían.

Algunos otros también desalojaron sus lugares de trabajo asustados por el largo movimiento telúrico de forma oscilatoria.

Los grupos en las calles fue el cuadro más común tras el sismo, de familias, amigos, compañeros de trabajo, o simplemente de desconocidos que coincidieron en la vía pública con otros.

En el Estado de México, el sonido de algunos transformadores haciendo corto alertaron más a las personas que en las calles buscaron apoyo en sus vecinos, olvidando la pandemia.

Fue allí, en esa entidad, donde los habitantes tuvieron menos oportunidad de alistarse ante la falla de 775 altavoces de los 5 mil 684 con que se cuentan. De ellos ´solo 4 mil 909 funcionaron, informó la Secretaría de Seguridad Mexiquense.

En la ciudad de México, por el contrario, los altavoces dieron dos minutos para desalojar los inmuebles.