La ciudad china de Shanghái, confinada desde principios de mes, anunció hoy una prudente relajación de sus medidas sanitarias a pesar del aumento de muertos causado por el rebrote de Covid-19.
El malestar ha calado entre los habitantes de la capital económica de China, exasperados por las dificultades de obtener comida durante el confinamiento y por el aislamiento forzado de los casos positivos en centros de cuarentena.
Además, las medidas del confinamiento, previsto inicialmente para cuatro días, han provocado problemas en las cadenas de suministro y parado la producción de numerosas empresas.
Ante esta situación, las autoridades municipales anunciaron cierta relajación en el confinamiento domiciliario de los 25 millones de habitantes para que más de 12 millones puedan salir de casa, pero sin moverse de su barrio.
El grado de movimiento permitido depende de la tolerancia de los voluntarios del Partido Comunista, que aplican con más o menos celo las medidas anticovid.
Esta estrategia consistente en confinamientos precoces, test masivos y fuertes restricciones fronterizas, sin embargo, estas medidas han impactando en transportes y fábricas.
Por ello, las autoridades elaboraron una "lista blanca" de industrias y compañías clave en las que la actividad debe continuar.
Con información e imagen de AFP