Radiografía de la pobreza en México 2023

Hablar de pobreza, es hablar de la falta de acceso a servicios básicos como el derecho a la salud, a la educación, a un empleo y una alimentación digna. La escasez de oportunidades laborales, la deserción escolar, el incremento a la inseguridad y la migración son el reflejo de la situación de pobreza que enfrenta el país y que está íntimamente ligada con la economía.

En México la institución encargada de medir la política social del gobierno es el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Para sus estudios, el Coneval mide seis tipos de carencias y/o indicadores: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación. De acuerdo con estos indicadores una persona es considerada pobre cuando tiene al menos una carencia social y su ingreso es insuficiente para satisfacer sus necesidades; por su parte, es considerada pobreza extrema cuando una persona tiene tres o más carencias y cuyos ingresos no son suficientes para adquirir alimentos saludables.

En este sentido, la semana pasada se presentó el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2022 (IEPDS 2022) elaborado por el Coneval, el cual arrojó cifras preocupantes que reflejan la situación real de las familias mexicanas.

El primer dato alarmante es el incremento de personas en situación de pobreza, de acuerdo con el Informe, en 2020 se tiene un registro de 55.7 millones de pobres, es decir, 3.8 millones más que en 2018, y lo que equivale a casi 44% de la población total del país. Por su parte, la población en situación de pobreza extrema fue la que más creció, al pasar de 8.7 millones a 10.8 millones de personas en esta condición, lo que significa que más de la mitad de la población en México es pobre.

Asimismo, señala que las principales carencias que enfrentan los mexicanos en condición de pobreza es el rezago educativo y falta de atención médica, este último llama la atención, ya que de las más de15 millones de personas con esta carencia se debe a que la mayoría dejó de ser beneficiaria del Seguro Popular, programa que fue extinguido para crear el INSABI.

Estadísticamente existe una correlación entre pobreza y marginación, sin embargo, se dio a conocer que la pobreza en las zonas rurales se mantuvo a diferencia de las zonas urbanas que creció un 3.3 % que equivale a 4.5 millones de mexicanos que viven en las ciudades pasaron a esta condición.

Respecto a la política social del Gobierno Federal, se dio a conocer que los beneficiarios de los programas sociales en el sector con mayor percepción económica aumentaron un 6% a diferencia de los más desfavorecidos que tuvo un decremento de más del 7%. Respecto al número de personas beneficiarias con algún programa social es similar al registrado al cierre de la anterior administración al pasar de 22.9% a 30.3%.

Como se puede observar la política social asistencialista del presidente de la República que consiste en la entrega directa de recursos económicos no está funcionando para erradicar la pobreza del país. Toda política pública debe partir de un diagnóstico para identificar el problema y focalizar las acciones, su evaluación es fundamental, pues como diría el matemático Lord Kevlin “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”. Las políticas clientelares sirven para ganar votos no para solucionar problemas sociales, aún, hay tiempo de cambiar el rumbo.

Viviana Islas Mendoza Colaboradora de Integridad Ciudadana, Consejera Local del INE Estado de México, Politóloga por la UAM, con estudios en Políticas Públicas, Derecho Parlamentario, Procesos Electorales, Transparencia y Violencia Política contra las Mujeres.

@VivianaIslasM @Integridad_AC