Tras cinco días de caos en las gasolineras, el gobierno británico y los responsables del sector afirmaron ver signos de "estabilización" en una crisis que llevó a médicos y otros trabajadores esenciales a temer por su capacidad para seguir trabajando.
Desde el viernes, los conductores provocaron enormes atascos en las gasolineras, en lo que el gobierno calificó de movimiento de pánico, después de que algunos distribuidores anunciaran cierres de surtidores por falta de camioneros para llevar el combustible desde las terminales de almacenamiento.
La escasez de camioneros empezó hace meses, impulsada por la pandemia y el Brexit. El problema también afecta al abastecimiento de los supermercados y los establecimientos de comida rápida, entre otros.
"Si es como ayer, me quedaré sin gasolina", decía a la AFP en Londres Divyesh Ruparelia, un taxista de 58 años que no logró repostar el lunes.
En este contexto, las organizaciones de médicos, enfermeros y personal penitenciario reclamaron que los trabajadores esenciales tuvieran acceso prioritario.
"No podemos pasar dos o tres horas haciendo cola cuando tenemos pacientes que atender", declaró al canal Sky News el vicepresidente de la Asociación Médica Británica, David Wrigley. "Si no tenemos combustible, esto afectará a nuestros pacientes", subrayó.
Si el problema persistía algunas escuelas estaban considerando volver a la enseñanza a distancia, abandonada desde el levantamiento de las restricciones contra el Covid-19. "Para muchos profesores, utilizar el transporte público simplemente no es una opción", afirmó Patrick Roach, secretario general del sindicato NASUWT.
Si por el cierre de escuelas o retorno de las clases en línea, los alumnos debían quedarse de nuevo en casa, los padres también tendrían que hacerlo y buena parte de la economía recientemente reactivada volvería a sufrir.
Con información de AFP
Imagen: AFP