Columnas
En el pasado 2004, el Congreso de California aprobó la Ley SB 1159 que permite que estudiantes universitarios sin documentos migratorios en regla, puedan obtener una licencia o certificación para que puedan desarrollarse en las carreras que cursaron por varios años y ese ejemplo empezó a reproducirse en el territorio estadounidense; Florida siguió la ruta y, Nueva York, también decidió otorgar el “permiso legal” para que: Abogados, Doctores y Maestros, entre otras muchas profesiones, pudieran trabajar.
Utah, no se quedó atrás, tampoco Connecticut, ambos estados ahora tienen leyes favorables para aquellos que desean ejercer la abogacía pero que aún, no han podido ajustar su estatus migratorio. Otros estados han contemplado la misma cuestión, permitir o no que una persona sin residencia legal, ejerza, con respuestas diferentes. Entre ellos está: Maryland y Nuevo México.
Arkansas, es uno de los estados más conservadores, ofrece a aquellos jóvenes que tienen DACA (acción diferida para aquellos que llegaron de niños) la posibilidad de ejercer la enfermería.
En Illinois se aprobó la “Ley SB 3109” que se implementó en el 2018 y que permite a los beneficiados por DACA aplicar para una licencia legal y prohíbe a cualquier oficial del estado negar una licencia profesional solamente en base a la falta de estatus legal de la persona. En ese estado se le permite al solicitante usar un número de ITIN (número de identificación individual de pago de impuestos) en lugar del número de seguro social, si la persona no lo tiene, y esta modificación se adoptó igualmente en, Nevada, donde la presencia de personas sin un permiso legal de estancia alcanza importantes números.
En Mississippi, se les permite a personas con permiso de trabajo aplicar para una licencia profesional bajo otra modificación de ley, la que se ubicó como HB 708, y al igual que Nebraska, esto se logró muy a pesar de las objeciones de sus gobernadores.
Los dentistas que concluyeron sus estudios universitarios fueron otro grupo beneficiado con estos cambios y el estado de Dakota del Sur les permite aplicar por una licencia sin importar su estatus legal, siempre y cuando, tengan la educación requerida y permiso para ejercer la profesión en otro país con requisitos similares a los de ese estado.
El camino para las personas que no nacieron en los Estados Unidos y que por cualquier razón residen sin tener un permiso legal es difícil y cada día más, pero la presión ejercida en cada estado parece que les ha abierto algunos resquicios por dónde conseguir su anhelado sueño y convertirse en residentes y después en ciudadanos de los Estados Unidos.
La lucha política entre partidos sigue siendo el mayor obstáculo a vencer para estos niños y jóvenes soñadores.
@ncar7