Por: Claudia Bolaños
El presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que sin el apoyo de los mexicanos, sobre todo de los más pobres, su gobierno hubiera sido derrotado o sometido por los conservadores, como lo hizo la oposición con el de Francisco I Madero.
En su discurso al encabezar la ceremonia del Desfile Cívico Militar, con motivo del 112 Aniversario de la Revolución Mexicana, acompañado de los integrantes de su gabinete y de los titulares de los Poderes Legislativo y Judicial, el mandatario destinó varios minutos a dar un discurso en el que destacó la caída de Porfirio Díaz, y el papel de la oposición que ante la falta de la construcción de una base para el nuevo presidente, Francisco I Madero, lograron reunificarse, encarcelarlo y obligado a presentar su renuncia a la Presidencia de la República; fue asesinado la noche del 22 de febrero de 1913, con ayuda Victoriano Huerta.
“Ese fue uno de los episodios más abominables de la historia de nuestro país”, y dijo que eso es ejemplo de su estrategia política, que ha basado su fuerza en el apoyo, sobre todo, de las clases de menores ingresos económicos.
“Esa traición ayuda a entender de nuestra estrategia política, sino estuviéramos respaldados por la mayoría de los mexicanos, en especial por los pobres, ya nos habrían derrotado los conservadores o habríamos tenido que someternos a sus caprichos intereses para convertirnos en simples títeres o peleles, de quienes ya se habían acostumbrado a robar y a detentar el poder económico y político e nuestro país, ya se sentían los dueños de México”, mencionó.
Añadió que como revolucionario y después como presidente Madero actuó con rectitud, congruencia y respeto a las libertades, “pero por lo complejo del asunto o error político no logró hacerse de una base social para sostener su proyecto democrático y enfrentar así a la reacción conservadora, en contraste a diferencia del maderismo,
la derecha aprovechó el ambiente de libertades, para aglutinar a todos los que sentían amenazados sus intereses y fue articulando una base civil de apoyo al golpe militar, en la propia Ciudad de México, se formó un grupo de jóvenes reaccionarios, de clases altas y medias que alentaban al cuartelazo y alentaban a la población a rebelarse contra el presidente Madero.
Aun con la nefasta actuación de los fifís, la canallada mayor, la ejecutaron militares políticos y Henri Wilson, el embajador estadounidense más siniestro”, señaló.