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La modelo de origen belga Marisa Papen volvió a hacer de las suyas ahora en el Vaticano, pues la modelo de Playboy posó desnuda a manera de reclamo a las instituciones religiosas.
Marisa había sido detenida en julio de este año por posar sin ropa frente al Muro de los Lamentos en Jerusalén y también estuvo un día en prisión en Egipto por hacerlo con el templo de Karnak como escenografía.
En esta ocasión repitió la hazaña en el Vaticano donde posó cargando una enorme cruz de madera como Dios la trajo al mundo y en la Plaza de San Pedro sobre una pila de libros sagrados.
Marisa fue detenida junto a su fotógrafo Jesse Walker en el recinto donde se hospedaban en Italia. En el lugar encontraron artículos religiosos como una corona de espinas, cruces y sangre falsa.
Con información de agencia e imágenes de Twitter