“Ojalá hubiera sabido que ese fue el último abrazo”

POR CARLOS JIMÉNEZ

“ Ojalá hubiera sabido que ese fue nuestro último abrazo… ojalá no te hubiera soltado, no te hubiésemos dejado emprender ese camino que te llevó a las garras de un criminal…”, son palabras de despedida para el doctor Rubén Trejo Téllez.

Quien las escribió lo hizo sólo unas horas después de que al médico cirujano lo mataron durante un asalto tras salir de su clínica, en la delegación Benito Juárez.

▶ Rubén tenía 36 años, era un destacado cirujano oncólogo, egresado de Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Y la noche del martes lo asesinaron sólo unos minutos después de que él, operó a una persona para salvarle la vida.

Su muerte, es investigada ya por la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX). La Fiscalía Desconcentrada en Benito Juárez lleva el caso.

Pasaban de las 22:00 horas cuando Rubén y su novia, Laura, salieron de la clínica en la que él acababa de terminar una cirugía. Abordaron su automóvil para regresar a casa.

Debido al tráfico, tuvo que bajar la velocidad en la calle Andrea del Sarto, en la colonia Nonoalco.

De pronto un hombre armado se aproximó para asaltarlo. “Se acercó un tipo con sudadera blanca, con la capucha puesta y con una pistola en la mano”, contaría después Laura a las autoridades.

Aquel sujeto les apuntó y les exigió sus pertenencias. Sin dudarlo el médico entregó su teléfono, pero aquel ladrón quería más e intentó bajarlo del carro.

Rubén forcejeó con él, y entonces le dispararon. Fueron dos tiros los que le dio aquel delincuente. Ahí cayó herido Rubén.

Andrea salió aprisa del carro para ayudarlo. Algunas otras personas que estaba en la zona se acercaron. Rescatistas también. Mientras la gente buscaba auxiliarlo, aquel delincuente se fue corriendo. Escondió su pistola en el cinturón y huyó.

Al lugar llegaron agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina. Mientras unos buscaban al delincuente, otros más pidieron apoyo médico para Rubén. Al final no pudieron hacer ya nada por él. Ahí murió. El delincuente que le quitó la vida, escapó.

Su familia escribió una carta para despedirlo. Algunos amigos también.

“No se ha ido un médico, lo mataron vilmente después de operar en un hospital de San Ángel Inn, Universidad… lo asaltaron”, escribió uno de sus amigos.

“Querido amigo, durante dos años de nuestras vidas nos veíamos a las 6:30 AM para estacionarnos casi siempre juntos y saludarnos e iniciar la jornada. Saludos a donde estés”, anotó otro más.

Su prima escribió toda una carta para despedirse. “Hoy te arrebataron la vida, hoy te asesinaron. Un hombre vil, de la manera más cobarde decidió amputarnos el alma. Arrebató a toda la nación un médico brillante”.