Empecemos por decir con todas sus letras que la vivienda no se produce en México al ritmo de la demanda o como en algunas ciudades está pasando: que el stock de las que se tienen no pueden ser compradas por su alto precio vs una alta demanda, pero de viviendas (casas, depas) más baratos.
La capital es un claro ejemplo de este desfase entre oferta y demanda, pero también pasa en otras importantes ciudades del país y si no se analizan sus razones de origen se pueden “contaminar” otras que ahorita están aparentemente bien como Mérida.
Hablemos de por qué no se construyen las viviendas pues hay múltiples razones y hay que decir que en este momento del “boom” famoso por el nearshoring con las empresas llegando a instalarse a nuestro país se requieren unidades, pero ¡no hay! Alberto Moreno, presidente de la Canadevi dijo hace unos días en el Simposio de Financiamiento para la Vivienda en el Club de banqueros que en San Luis Potosí se enfrenta la llegada de industriales que necesitan vivienda para sus trabajadores y ¡No se tiene vivienda!
Pero ¿por qué no se está construyendo la suficiente vivienda en el país? Pues vienen arrastrando un incremento de precios del 40% en materiales de construcción tan vitales como el acero y sus derivados, además del cemento, etcétera, y también encarecimiento y escasez de terrenos y no se diga de infraestructura de servicios básicos como luz, agua, drenaje, vialidades, etc.
Pero también llevan décadas arrastrando también el encarecimiento de permisos y licencias y el teléfono descompuesto que hay entre federación y municipios, y con los cambios frecuentes de autoridades que además no se “animan” a firmar porque quién sabe cómo será el que sigue y si lo cuestione o incrimine por dar permisos.
Entonces además de esta deficiente interpretación de la Ley y falta de eficiencia también hablamos de corrupción que encarece y dificulta todos los procesos.
No hay tierra barata, tampoco accesible con infraestructura ya hecha, pero además de que faltan los servicios como agua y luz.
El resultado es un desfase entre la oferta y la demanda que puede derivar en una crisis social severa, además de un impacto dañino en una industria que ha sido muy resiliente pero que hoy enfrenta una situación grave.
POR CIERTO
Muy interesantes puntos puestos sobre la mesa en la Cumbre Inmobiliaria de Nuevo León organizada por la Canadevi de la entidad a cargo de Roberto Ortiz y seguro que el debate seguirá sobre la “autonomía” del Infonavit, y propuestas que están allí gestándose como que el organismo tripartita vuelva a ser constructor y además no sea él, sino el Ejército el que construya.
Definitivamente los sectores Empresarial y de los Trabajadores se oponen.
Y es que se rumora que el apellido “Bienestar” viene a quererse imponer en todas las ramas productivas, como en esta.
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¿Qué opinas de que el Infonavit sea el constructor de nueva cuenta tras una época nada memorable en que lo hizo?
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