¿Qué capos mexicanos son buscados por Estados Unidos?

El gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Estado, cuenta con el programa de recompensas contra líderes criminales relacionados con el tráfico ilícito de drogas. Para el caso mexicano, actualmente se buscan 18 objetivos por quienes se ofrecen recompensas de entre 5 y 20 millones de dólares. De ellos, 11 pertenecen al Cártel de Sinaloa, 4 al CJNG y los restantes 3 son de otras agrupaciones.

Rafael Caro Quintero es el objetivo por el que se ofrece la mayor recompensa con 20 millones de dólares. Se le describe como una figura central en el crecimiento del narcotráfico en México desde la década de los setenta y responsable de participar en el homicidio del agente de la DEA, Enrique Camarena. Se le busca por delitos relacionados con secuestro y muerte de un agente federal, crímenes violentos, extorsión, distribución de marihuana y cocaína, y actividades de empresa criminal. Hoy por hoy cuenta con un grupo independiente que realiza actividades en el noreste de México, con centro de operaciones en Sonora.

El segundo líder criminal es Ismael Zambada, El Mayo, por quien se ofrecen 15 millones de dólares por información para su captura. Es un cabecilla de primer nivel del Cártel de Sinaloa, ha realizado actividades delictivas por más de tres décadas sin ser detenido. Con el arresto de El Chapo, es el jefe único e incuestionable de la organización. Cuenta con causas penales en Illinois, Texas, California y Nueva York.

El tercer líder criminal de mayor importancia es Nemesio Oseguera Cervantes, por él se ofrecen 10 millones de dólares. Es descrito como fundador y dirigente actual del CJNG, organización transnacional con producción y distribución de narcóticos hacia diferentes países del mundo, particularmente metanfetamina, heroína y cocaína con destino hacia Estados Unidos y Canadá.

La semana pasada fue un hecho de trascendencia mediática que se incorporara al programa de recompensas a los hijos de El Chapo Guzmán (Jesús, Iván, Ovidio y Joaquín), por quienes se ofrece 5 millones de dólares por cada uno. Ovidio y Joaquín cuentan con su propia organización criminal con vínculos en Colombia para la importación de cocaína y en Argentina para la compra de efedrina, además se les identifica como productores y traficantes de metanfetamina hacia Estados Unidos y Canadá.

Otro objetivo del Cártel de Sinaloa es Juan José Esparragoza, El Azul, quien es descrito como dirigente del grupo desde los setenta. Ha logrado lavar grandes cantidades de dinero a través de estaciones de gas, centros comerciales, empresas constructoras y diversos negocios. Del grupo de Sinaloa destacan asimismo los hermanos Salgueiro-Nevarez (Heriberto, Ruperto y José), ellos cuentan con su centro de operaciones en Chihuahua.

Por su parte, del CJNG se encuentra Juan Carlos Valencia González, El R3. Es hijo de Rosalinda González Valencia e hijastro de El Mencho, por lo que es una pieza clave y pudiera ser sucesor en el puesto máximo de la organización. Es responsable de la manufactura, transporte y distribución de narcóticos, además de ser el jefe de una célula sumamente violenta conformada por elementos de élite. Asimismo, Audias Flores Silva sería un operador cercano a Nemesio Oseguera Cervantes, responsable de los laboratorios de metanfetamina en Jalisco y Zacatecas. Controla el movimiento ilegal de drogas hacia Estados Unidos, específicamente con células en California, Texas, Illinois, Georgia, Washington y Virginia.

Es importante señalar que desde abril y hasta diciembre de 2021, se han incluido o actualizado el monto de recompensas de diez líderes criminales. Esto puede representar una modificación en el enfoque de detenciones de objetivos en el marco del Acuerdo Bicentenario, o también puede ser interpretado como presión de Estados Unidos para la captura de piezas claves de los grupos criminales.

* Candidato a Doctor en Ciencia Política por la UNAM y fundador de la Consultoría SIE. Twitter: @jgt_00