¿Qué pesa más: política y ciencia?

Y es que mejor no pudo haber resumido lo que estamos viviendo el influyente cirujano estadounidense, el Dr. Vivek Murphy, por desgracia la realidad es opuesta: Hay muchos hombres de poder que le han puesto cubrebocas a la ciencia para poner por delante sus intereses políticos antes que la salud de su gente. ¿Ejemplos? Jair Bolsonaro lleva 3 ministros de salud al hilo por no tener coincidencias en la forma de llevar esta pandemia, porque ellos justo pusieron a la ciencia por delante; qué decir de Donald Trump que para empezar desatiende las recomendaciones de la voz más respetada, como es el Dr. Anthony Fauci. Ya lo dijo Joe Biden es que si gana la presidencia, el epidemiólogo conservará su puesto y la diferencia es que la ciencia irá primero que la política.

Sí sonaré como disco rayado de que estamos frente a un hombre egoísta, narcisista, controlador, pero no puedo con el hecho de que amenace a las escuelas de retirarles fondos sino abren en otoño.

El mandatario estadounidense además de la política pone a su campaña por delante de la ciencia. Así escribió un tweet el viernes pasado: “Demasiadas universidades y sistemas escolares están enfocados en adoctrinamiento radical de izquierda, no en la educación”; y agregó: “Por lo tanto, le diré al Departamento del Tesoro que reexamine su estatus de exentas de impuestos y/o su financiamiento, que será retirado si esta propaganda o ley contra la política pública continúa. Nuestros niños deben ser educados, no adoctrinados”. Aquí sí se aplica la frase que fue tendencia en México #conlosniñosno porque si quedaban dudas el presidente criticó a su rival político quien defiende que permanezcan cerradas las escuelas este otoño y usó a los niños para decir que varios de ellos son asesinados en ciudades gobernadas por demócratas. Trump es claro no le importan los niños y menos su seguridad, lo prioritario en este momento para él es ubicar a la política delante de la ciencia, error no sólo del presidente de Estados Unidos, sino de otros jefes de Estado en el mundo.

Y es que poner la salud de niños y jóvenes en la primera línea cuando los números desbordan muertes y daños a la salud de los estadounidenses con tal de abrir escuelas antes de las elecciones es criminal. Yo como madre, prefiero la seguridad de mi hijo sobre el aprendizaje en estos momentos. Es primordial y estoy segura que la mayoría de los padres tienen la misma idea.

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