Fitch recortó la calificación de Petróleos Mexicanos, ya en grado especulativo desde junio del 2019 y la colocó ahora en “BB/perspectiva negativa”.
La calificadora advirtió “un debilitamiento del vínculo crediticio entre México y Pemex que refleja la demora y la incertidumbre de un apoyo excepcional del gobierno hacia la compañía, a la luz de las dificultades financieras que Pemex enfrentará como resultado de la disminución de los precios del petróleo”.
El nuevo escalón donde se encuentran las emisiones de Pemex desde ahora, indica al mercado que “tienen una elevada vulnerabilidad a un riesgo de default, particularmente en la eventualidad de cambios adversos a las condiciones económicas y de negocios”.
Pese a encontrarse en este nivel especulativo, uno más bajo del que tenía desde junio, en “BB+”, le identifican “alguna flexibilidad financiera para dar servicio aún a sus obligaciones”.
De acuerdo con Fitch, esta rebaja se aplica sobre unos 80,000 millones de dólares en títulos de la petrolera en circulación.