Julián Quiñones portará la playera de la selección mexicana, tiene 26 años y decenas de goles que aportar, ha sido criticado, pero no han pensado en la dupla que puede hacer con Santiago Giménez, pues este otro artillero, de 22 años, es la nueva joya del futbol nacional.
“Santi” Giménez acumula 12 goles en la presente temporada y es el máximo anotador entre las siete ligas top de Europa, rebasando a figuras como Erling Haaland y Kylian Mbappé (8 goles cada uno con Manchester City y PSG, respectivamente).
Eso lo convierte en una de las figuras a seguir para la Selección Mexicana en la última Fecha FIFA del año, que se celebrará entre el 14 y 17 de octubre con partidos ante Ghana y Alemania. En el Tri aún no ha explotado como en Feyenoord, pero poco a poco está encaminando su carrera con plus positivo por el manejo de su marca personal.
A partir de la Copa del Mundo de Corea-Japón 2002, ha sido recurrente llamar a jugadores naturalizados a la selección mexicana, algo que ha repercutido en la actualidad a tres años de la edición de 2026.
Julián Quiñones, de 26 años, nacido en Colombia y con su naturalización mexicana en proceso, ha sido considerado por el actual director técnico nacional, Jaime Lozano, con miras a disputar el próximo Mundial y de ser así, se convertiría en el séptimo futbolista bajo este régimen que represente al país en la máxima justa del futbol.
¿Tiene algo que aportar? Claro que sí; sus 61 goles en Liga MX, cuatro títulos y ocho años viviendo en México lo avalan, pero el problema no es que sea integrado a el equipo nacional, sino lo que significa recurrir a un elemento naturalizado, es decir, que no hay jugadores nacidos y formados en nuestro país con la calidad que una selección nacional exige.
Estos dos delanteros es lo que le hacía falta a la selección nacional, pues desde hace años, o tal vez desde el retiro de Cuauhtémoc Blanco, e incluso la restricción a Javier “Chicharito” Hernández, no se tenía garantía y tranquilidad para una actuación con goles por parte del “tricolor”; así sea por el bien del balompié azteca.
Santiago Giménez y Julián Quiñones, dos artilleros con pólvora y puntería fina.