2024, prisión y votos

Este país cuenta con 287 reclusorios o su equivalente. 260 son del orden estatal, 13 de la Ciudad de México y 14 administrados por el Gobierno Federal. Al parecer, en todos hay personas en prisión preventiva, es decir, sin sentencia, que tienen derecho a votar.

De ese tamaño es el reto que el INE enfrentará en 2024, según sentencia judicial comentada en la entrega previa.

Ahora bien, de los 300 distritos electorales, solo 130 no tienen reclusorio en su demarcación. Los otros 170 cuentan con uno o más. De estos, 92 distritos cuentan con 1 centro de reclusión; 52 distritos con 2 cada uno; 16 distritos con 3 cada uno; 7 distritos con 4 cada uno; y 3 distritos con 5 cada uno.

Para dar cabal cumplimiento al mandato judicial, el INE ha estado estudiando los resultados de las pruebas piloto que en la materia desarrolló exitosamente durante las elecciones federales de 2021 y las locales de Hidalgo de 2022.

Lo está haciendo mediante diversos mecanismos serios, informados y profesionales. Destacan los análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) que está desplegando respecto de 4 modalidades de voto: el voto presencial o tradicional, el voto electrónico, el voto postal y el voto por internet.

De la primera modalidad reporta entre las fortalezas: que dichos ejercicios brindan transparencia, al contar con una mayor cantidad de ciudadanía como funcionariado de las mesas directivas de casilla; no hay necesidad de equipo electrónico que se tengan que ingresar al centro de reclusión; es un proceso probado y conocido por la ciudadanía; y que hay posibilidad de realizar recuentos manuales que brinden certeza de la votación.

Respecto de las oportunidades, encontró que se podría analizar la integración de una mesa directiva de casilla con menos funcionariado y que se podría revisar la viabilidad de realizar la votación en fecha previa a la Jornada Electoral regular.

En materia de debilidades, se requiere el permiso de las autoridades de seguridad pública (en especial de la penitenciaria) para el ingreso del funcionariado de casilla; se requieren más personas para integrar dicha mesa directiva; se requiere de un operativo para garantizar la seguridad de dicho funcionariado; se requiere trasladar una mayor cantidad de documentos y materiales electorales; y que es necesaria una capacitación más detallada para quienes van a conducir los trabajos de la casilla.

Sobre las amenazas: resistencia por parte de la ciudadanía para integrar estas mesas directivas de casilla; que durante la elección se ponga en riesgo la seguridad del funcionariado de casilla; que la participación al interior del reclusorio sea mínima o nula; que las autoridades del centro de reclusión no permitan el ingreso del funcionariado de casilla; y que se podrían entorpecer las labores propias del centro de reclusión considerando el horario de votación. Le cuento más el jueves.

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