A 60 metros bajo el mar de Sonora hallan barco de sublevados revolucionarios

Una embarcación que data de hace 105 años da cuenta de la magnitud de las batallas que también se libraron en el mar durante la Revolución mexicana. Entre marzo y junio de 1914 se libró, en aguas sinaloenses, uno de los primeros enfrentamientos aeronavales de occidente.

El 22 de febrero de 1914, luego de que Victoriano Huerta ascendiera al poder tras deponer al presidente Francisco I. Madero, casi todas las fuerzas federales permanecieron fieles al gobierno en turno. Sin embargo, en el norte ocurrieron las primeras rebeliones.

El general Hilario Rodríguez Malpica, que en ese entonces tenía 25 años, fue uno de los que tenientes navales que se levantaron en contra del gobierno. Junto con otros oficiales como Manuel Castellanos manifestaron su apoyo al constitucionalismo y a la figura de Venustiano Carranza.

Tras el levantamiento, el gobierno oficial trató de controlar la zona e inició un bloqueo en el puerto de Sinaloa. El 4 de marzo de 1914 el Tampico fue presa de un bombardeo. Días más tarde, el 13 de marzo, cuando los sublevados intentaban salir de Topolobampo se presentó el segundo combate, que se extendió hasta el 22 de abril cuando finalmente la embarcación fue subyugada. Arqueólogos subacuáticos del Instituto Nacional de Antropología e Historia hallaron los restos de la embarcación a más de 40 metros de profundidad en Topolobampo, Sinaloa.

De acuerdo con el grupo de expertos el monitoreo del buque permitirá tener un mejor conocimiento de los enfrentamientos que se libraron en aquel entonces así como una perspectiva acerca de quién fue el general Hilario Rodríguez Malpica.

Los expertos sigue explorando la zona con ayuda de una sonda multihaz, la cual permitirá realizar un modelo en 3D acerca de la embarcación.

La sonda que, por medio de un pin acústico, emite sonidos que rebotan en grandes profundidades marinas, genera lecturas detalladas de los objetos que yacen en ellas.

La exploración se realizó en dos partes, en la primera temporada, realizada del 30 de marzo al 2 de abril a bordo del Buque de Investigación Oceanográfica ARM Río Tecolutla de la Semar, se obtuvieron imágenes tridimensionales del fondo marino que revelaron la presencia de una ‘anomalía’, la cual parecía corresponder con las dimensiones del cañonero revolucionario: 60 metros de eslora por 10 de manga.

En la segunda etapa, realizada del 8 al 12 de septiembre con apoyo de una nave interceptora y un magnetómetro de la Marina, los arqueólogos emprendieron un par de inmersiones “a más de 40 metros de profundidad” que confirmaron la identidad del “Tampico”.

En este primer registro visual, hecho 105 años después del último avistamiento de la embarcación, se constató que esta guarda un deterioro considerable, por lo cual se tienen planeadas futuras inmersiones a fin de realizar modelos 3D que ayuden a su monitoreo.

Cabe destacar, según lo precisado por Junco, que el trabajo para recuperar este episodio de la Revolución Mexicana se basa en más de una década de investigación en literatura y archivos navales de México y Estados Unidos, a cargo de un equipo integrado por el historiador Raúl Tapia Rosas, el fotógrafo Alberto Soto Villalpando y el arqueólogo Josué Guzmán Torres.