AMLO pide perdón a pueblos yaquis por abusos, sobre todo en porfiriato

Claudia Bolaños

Tal y como lo había prometido, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió perdón a los pueblos yaquis, por los abusos cometidos por gobiernos pasados, sobre todo en el de Porfirio Díaz.

El mandatario además informó un Plan de Justicia Yaqui de 11 mil 600 millones para tres beneficios sociales: restitución de tierras, suministro de agua suficiente y apoyos para la construcción y mejoramiento de sus viviendas y drenajes.

“El Estado Mexicano no debe permitir nunca más la marginación, abuso de los pueblos yaquis u algún otro grupo étnico y cultural de nuestro país. Eso se acabó. Por eso ahora vinimos a refrendar nuestro compromiso de hacer justicia a los pueblos yaquis y primero ofrecerles perdón por los crímenes de estado que vivieron contra sus antepasados, sobre todo durante el porfiriato, aunque no sólo en esa dictadura”.

Por ello, abundó, se tratará de reparar en la medida de lo posible, los daños generados con recursos para dotación de tierras, y aprovechar el mejoramiento de agua y un programa integral para el bienestar de los pueblos, como una clínica en cada poblado y un nuevo hospital del IMSS-Bienestar, aunado a que se comprometió a visitar cada dos o tres meses cada una de estas comunidades.

“No estamos iniciando estos actos, estas acciones, llevamos 2 años de manera conjunta con autoridades tradicionales y ya empiezan a verse los resultados”.

El titular del Ejecutivo se comprometió a que todo ello quedará listo en diciembre del 23, antes de que culmine su sexenio “para irme sin pendientes”.

En Sonora, en un el evento denominado: “Justicia al pueblo yaqui. Petición de perdón por agravios a los pueblos originarios”, con presencia de diversos invitados, López Obrador señaló que, en efecto, esas acciones son “un acto de justicia a sus antepasados, a los pueblos indígenas de México, la verdad más íntima de nuestra nación y también lo hago por mis propias convicciones porque desde hace años lo he dicho, primero los pobres”.

Añadió que garantía de que se cumplirá todo ello, al estar Alfonso Durazo como gobernador.

Ante autoridades de esas comunidades y otros invitados, añadió que los pueblos originarios fueron considerados enemigos que se sometían y destruían, por lo que en 1900 el gobierno hablaba de una rebelión de los yaquis y en respuesta se redoblaron las medidas militares, en diferentes entidades donde había poblaciones indígenas que eran llamadas salvajes y/o bárbaros, con el objetivo de quitarles sus bosques, tierras y aguas, que de manera milenaria habían ocupado.

Resaltó que fue Lázaro Cárdenas quien les restituyó sus tierras y el agua, aun cuando con el paso del tiempo no se hayan ejecutado a cabalidad sus acuerdos y resoluciones, “luego vino un largo periodo de simulación e hipocresía en el que se permitía la explotación de sus tierras”.

Invitado, Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del “Tata Cárdenas”, reconoció el esfuerzo de Gobierno Federal, en específico del mandatario, a quien le pidió dialogar con cada una de las comunidades yaquis, para que puedan culminar sus diferencias y enfrentamientos, y exigió que no queden impunes las muertes de los Tomás Rojo y Luis Urbano, que se dedicaron a defenderlos.

Y pidió la cancelación de la operación del Acueducto Independencia y la aplicación de sanciones a quienes violaron la ley para su construcción.

Imagen: Especial