Aislamiento pone en riesgo el contacto sexual y los matrimonios

Martha.rojas@contrareplica.mx

No hay evidencia científica que confirme que el coronavirus (COVID-19) está presente en los fluidos vaginales o en el semen por lo que especialistas han apuntado que el contacto sexual durante el periodo de aislamiento es posible.

Pese a que no existen restricciones, la comunidad médica recomendó mantener el contacto mínimo, sin embargo psicólogos han señalado algunas de las repercusiones emocionales que el completo aislamiento podría provocar en los humanos, cuya naturaleza es puramente biopsicosocial.

“La OMS no ha confirmado que el virus se pueda transmitir por vía sexual. Las principales formas de contagio se dan a partir de partículas de fluidos nasales, que se pueden esparcir en el aire hasta una distancia de 1.5 metros, o mucosas conjuntivales. El sudor tampoco implica contagio, pero como en el sexo implica riesgos porque implican proximidad con otra persona. Es recomendable que se evite el contacto porque no sabemos si la persona está contagiada”, aseguró a ContraRéplica, Gabriela del Fueyo, química farmacobióloga.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la sexualidad como una interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos, religiosos y espirituales por lo que la cuarentena no sólo tendrá repercusiones en la dimensión de la pandemia sino en la interacción social y sexual.

“La falta de dinámicas o herramientas con las que cuentan las personas para convivir se convierte en un problema en un periodo de aislamiento como esté. Son lapsos en los que hay mucho estrés y mucha ansiedad al no saber qué es lo que ocurrirá así que el contacto con la gente en la que confiamos y por la que nos sentimos apoyados es fundamental porque el humano es un ser biopsicosocial”, apuntó la psicóloga Margarita Román García.

En ese sentido la también psicoterapeuta abundó en que es probable que durante el periodo de aislamiento algunas parejas opten por el distanciamiento o bien se generen crisis al interior de las familias y de las personas que tienen dificultades para socializar o mantenerse a solas.

“Esta pandemia puede ser un momento de oportunidad, pero también de crisis, Vivimos en una sociedad que está acostumbrada a vivir una vida de fuera. Las familias confinadas a un espacio reducido pueden tener problemas de convivencia. Por ejemplo, la Generación Z es una generación que no está acostumbrada a socializar fuera de las redes sociales o las pantallas de su teléfono y tener que convivir con personas 24/7 se puede convertir en una dificultada para ellos. Lo mismo pasa con las parejas o matrimonios que tendrán que estar todo el día juntos. Por eso es recomendable que se establezcan horarios y espacios y se modifiquen hábitos. En el caso de las personas que no pueden estar a solas tienen como tarea averiguar por qué no quieren estar solas. Puede ser peligroso si llegan a desarrollar episodios de depresión o ansiedad”, en ese sentido la psicóloga no descartó que se presenten casos de depresión aguda o incluso de suicidio a raíz del confinamiento y mencionó que es muy probable que el número de divorcios aumente.

“La cuarentena puede ser una olla a presión. Es necesario que toda esa energía se drene haciendo ejercicio, leyendo, practicando meditación. La energía contenida es igual a agresividad y entonces hay que encontrar maneras de drenarla”, concluyó.

Del Fueyo también coincidió en la necesidad de utilizar el tiempo de ocio en actividades que ayuden a la mente a distraerse y mantener el distanciamiento social en la medida de lo posible.