La represión de las manifestaciones prodemocracia en Birmania causó cerca de 90 muertos el sábado, la jornada más mortífera desde el golpe de Estado del 1 de febrero, y durante la cual la junta golpista hizo desfilar a sus soldados en la capital.
"Al menos 89 personas habían muerto al anochecer", declaró la Asociación de Asistencia a los Prisioneros Políticos (AAPP), que monitorea el número de muertos desde el golpe de Estado.
"Estamos recibiendo informes sobre decenas de muertos, incluidos niños, centenares de heridos en unas 40 localidades y detenciones masivas", tuiteó la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, alertando de una "violencia impactante".
El secretario general de la Organización, Antonio Guterres, condenó "en los términos más fuertes" esta "masacre", y Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido también apuntaron contra la junta.
El país asiático vive sumido en una profunda crisis desde que los militares depusieron al gobierno civil de Aung San Suu Kyi, lo que desencadenó una gran revuelta.
Con información de AFP
Imagen: Reuters