El gobierno de China ha instruido a sus empresas estatales a abstenerse de establecer nuevas colaboraciones con negocios vinculados al magnate de Hong Kong, Li Ka-shing, luego de que su conglomerado, CK Hutchison, anunciara la venta de dos puertos en el Canal de Panamá a BlackRock.
La medida fue ordenada la semana pasada por altos funcionarios de Pekín, según fuentes cercanas al asunto. Aunque no representa una prohibición definitiva, sí implica que las empresas estatales no recibirán aprobación inmediata para nuevos acuerdos con Li y su grupo empresarial. Además, los reguladores chinos han iniciado una revisión de las inversiones del magnate tanto en China como en el extranjero.
La venta de los puertos panameños forma parte de un acuerdo más amplio, mediante el cual CK Hutchison se deshará de 43 instalaciones portuarias a nivel mundial, lo que le generará más de 19 mil millones de dólares en ingresos. Sin embargo, la transacción ha generado tensiones entre Estados Unidos y China, especialmente después de que el expresidente estadounidense, Donald Trump, calificara la operación como una recuperación estratégica para su país.
Las acciones de CK Hutchison mostraron volatilidad tras conocerse la noticia, cerrando con un alza del 0.9% en la Bolsa de Hong Kong, mientras que CK Asset, su filial inmobiliaria, cayó un 1.4%. Se espera que el acuerdo con BlackRock se formalice el próximo 2 de abril.
Con esta transacción, Li Ka-shing, de 96 años, ha aumentado su fortuna en 1,300 millones de dólares, alcanzando un patrimonio total de 30,500 millones de dólares, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. Sus participaciones en CK Hutchison y CK Asset Holdings representan aproximadamente el 40% de su riqueza.
En la operación han participado importantes firmas financieras, destacando Goldman Sachs, el único banco de inversión involucrado en la negociación, además de múltiples despachos legales que brindaron asesoría a BlackRock y su consorcio.