Recientemente, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expresaron su temor ante la supuesta presencia de chinches en las instalaciones de la institución educativa. Ante estos temores, Juan Pablo Martínez Labat, veterinario y profesor de parasitología humana y veterinaria de la UNAM, ha aclarado algunas preocupaciones y proporcionados consejos sobre cómo manejar la situación.
Martínez Labat explicó que las condiciones de los edificios de la UNAM no son propicias para que las chinches prosperen debido a la falta de huéspedes disponibles durante el día, ya que estos insectos son nocturnos y se alimentan de sangre. Por lo tanto, no hay una plaga de chinches en la UNAM, ya que carecen de fuentes de alimento durante la noche.
El miedo a las chinches se debe principalmente a las chinches de cama, que suelen esconderse en materiales plegadizos de metal, como los marcos de las camas. Sin embargo, estas chinches no transmiten enfermedades y, por lo tanto, no representan un riesgo para la salud. Aunque existen otros tipos de chinches que pueden transmitir enfermedades, estas variedades se encuentran principalmente en entornos silvestres, no en entornos urbanos como la UNAM.
Según las recomendaciones de los especialistas, si se encuentra una chinche en el cuerpo o la ropa, no hay razón para entrar en pánico. Estos insectos no son resistentes y se pueden eliminar fácilmente con un baño de agua caliente. Sin embargo, es importante revisar la casa en busca de posibles escondites de chinches en lugares oscuros. En caso de infestación, se recomienda acudir a un especialista que utilice soluciones químicas adecuadas para eliminarlas por completo, ya que las chinches son resistentes a los insecticidas comerciales.
Los expertos de la UNAM sugieren evitar el uso excesivo de insecticidas, ya que pueden dañar a animales polinizadores como las abejas. En su lugar, se recomienda ahuyentar las chinches utilizando aceites esenciales, como cúrcuma, menta o clavos de olor, ya que estos no matan a las chinches pero sí alejan a estos insectos, sin afectar a otros animales importantes para el ecosistema.
En resumen, aunque el miedo a las chinches es comprensible, es importante mantener la calma y tomar medidas adecuadas para manejar la situación sin dañar el medio ambiente ni causar pánico innecesario.