Tras batir a los Jazz y a sus propios fantasmas, Los Angeles Clippers afrontan desde el domingo la primera final de conferencia de la NBA de su historia ante los Phoenix Suns, marcada por las probables ausencias de sus estrellas Kawhi Leonard y Chris Paul.
Sin apenas tiempo para celebrar su hazaña del viernes, los Clippers tienen que preparar a contrarreloj una feroz eliminatoria ante los Suns, el equipo más sólido de la Conferencia Oeste, que lleva una semana descansando desde que barrió 4-0 a los Denver Nuggets.
Los Clippers viajarán a Phoenix, eso sí, con mucho menos peso en la mochila después de sacudirse todos sus complejos históricos con su triunfo ante los Jazz (4-2), el mejor equipo de la liga en la fase regular.
Siempre bajo la sombra de sus vecinos Lakers, los Clippers fueron capaces de romper la barrera de las semifinales de conferencia por primera vez en sus 51 años de vida sin tener en cancha a su estrella, Kawhi Leonard.
El alero, ganador de dos anillos de la NBA con Spurs y Raptors, sufrió un esguince de rodilla en el cuarto partido cuya gravedad no se ha dado a conocer pero que probablemente le dejará fuera como mínimo en el inicio de la serie ante Suns.
Leonard es un jugador capital para los Clippers. Esta campaña formó parte del mejor quinteto de la NBA y en la serie contra los Jazz promediaba 27,3 puntos, 7,5 rebotes, 4,0 asistencias y 1,8 robos por partido.
La llegada conjunta de Leonard y Paul George a Los Ángeles en julio de 2019 fue el gran golpe que convirtió, de la noche a la mañana, a los Clippers en teóricos favoritos al anillo.
En su primera temporada, sin embargo, el equipo se estrelló en los playoffs de la "burbuja" de Disney World, al dejar escapar una ventaja de 3-1 ante los Nuggets en las semifinales de conferencia.
En la actual postemporada, con Ty Lue sustituyendo a Doc Rivers en el banquillo, parecía que tampoco podrían superar su etiqueta de "equipo maldito", pero ya se han convertido en el primer equipo que remonta dos eliminatorias de playoffs con 2-0 en contra el mismo año, ante Dallas Mavericks y Jazz.
Paul George, un talento extraordinario pero señalado por fallar en los días clave, se echó a las espaldas al equipo tras la lesión de Leonard, apoyado el viernes por la inesperada aparición del joven Terance Mann, que anotó 39 puntos y 7 triples en el partido de su vida.