Un apagón masivo ha dejado a millones de cubanos sin suministro eléctrico, tras el colapso del sistema energético nacional provocado por una avería en la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, ubicada en Matanzas. Este evento, considerado el peor en al menos dos años, ha llevado a las autoridades a intentar restaurar el servicio en algunos circuitos, aunque la fecha de recuperación total del suministro sigue siendo incierta.
Los problemas energéticos en la isla no son nuevos, pero han empeorado en 2024. Informes oficiales indican que en algunas jornadas, la producción eléctrica apenas ha alcanzado el 60% de la demanda requerida. El jueves por la noche, un apagón previo había dejado a la mitad del país en la oscuridad, presagiando el colapso que se produciría al día siguiente.
Cuba genera su electricidad principalmente a través de grandes centrales termoeléctricas como la Antonio Guiteras, que dependen de combustible importado. Sin embargo, la isla solo puede producir la mitad del combustible que necesita, lo que la obliga a buscarlo en el extranjero, un proceso complicado por las sanciones de Estados Unidos y la falta de recursos económicos. Esto también limita su acceso a aliados tradicionales como Venezuela y Rusia, quienes enfrentan sus propios desafíos internos.
Además, la infraestructura eléctrica de Cuba es obsoleta y sufre de falta de mantenimiento debido a la escasez de divisas, lo que contribuye a frecuentes averías. El aumento en la demanda de electricidad, especialmente durante las calurosas noches, ha exacerbado la crisis. En lo que va del año, se han instalado aproximadamente 100,000 aires acondicionados, lo que ha incrementado la presión sobre un sistema ya debilitado.
Mientras las autoridades trabajan para restablecer el servicio, los cubanos enfrentan una realidad de apagones recurrentes que reflejan las profundas dificultades económicas y estructurales del país.