Raúl Avilez Allende
Cada partido decidirá con qué mecanismo designará a sus candidatos, considerando la pandemia que vivimos y buscando garantizar su gobernabilidad. Cúpulas y bases van por lo suyo. No será fácil decidir, le irá mejor a los que se pongan de acuerdo más rápido y tengan menos damnificados.
Por ello, el mecanismo que está predominando es la encuesta. Y aunque en Morena ya decidieron resolver por esta vía a quiénes dar la oportunidad de contender nuevamente por el mismo cargo, en los otros partidos aún hay algunas resistencias, incluso para formar coaliciones, sobre todo en el PRI.
Como si en el PRI tuvieran mucho qué pensar. Deben cerrar de una vez el acuerdo con el PAN y el PRD para ir en una coalición que les beneficiaría en toda la ciudad y les permitiría ganar con mayor margen en Cuajimalpa. La única alcaldía que gobierna el PRI en la CDMX.
Y digo con mayor diferencia, porque la intención del voto en esa alcaldía deja claro que el PRI no gana, a menos que el candidato sea el mismo que logró vencer el tsunami morenista en 2018, Adrián Rubalcava.
Al PRI le conviene cuidar a Rubalcava, priorizarlo en la ciudad y dejar en segundo término los sueños guajiros en otros puntos de la capital. ¿Para qué correr el riesgo de que el alcalde decida vestir otra camiseta y llevarse el único gobierno priista en la CDMX?
Por otro lado, en la siempre polémica alcaldía de Coyoacán, los liderazgos y la intención del voto se han fragmentado en exceso. Dejando la posibilidad de llegar al poder, sólo a Morena y al PAN. Una película que ya hemos visto muchas veces en esa demarcación, la eterna lucha entre liberales y conservadores en su expresión más localista.
La izquierda siempre había vencido a la derecha coyoacanense, aunque a veces con muy poco margen, hasta que en el 2018 la derecha se sumó al PRD y a MC para derrotar a Morena y sus aliados. Y aunque ganó Manuel Negrete, perdieron los partidos que lo postularon. Dos años después, no tiene condiciones, ni ganas de buscar la reelección.
En el 2021 el PAN no contará con las fuerzas que le sumaron para ganar esa vez, unos se fueron a RSP, PT, PVEM y PES, otros se sumarán a Morena. Por ello, la coalición de Morena con el PT y PVEM en Coyoacán se torna más que complicada. Así que, si no quieren ir con esos partidos, necesitan cerrar filas y sumar lo más posible.
Pero a la coalición PAN, PRD, PRI en Coyoacán no le va mejor, nace desfondada. El PRI sumará su histórico 10 por ciento y el PRD ya no existe. Aunque los perredistas de otras alcaldías, como Venustiano Carranza, se empeñan en querer aparentar lo contrario con una intrusión de bardas amarillas que, aunque no las firma el sol azteca, sí tienen toda la intencionalidad política. Ya el INE investigará y nos dirá sus conclusiones.
ENTRE GITANOS
1) Las inundaciones de Tabasco sacaron a relucir el buen papel que ha desempeñado la nueva Coordinadora Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez. En cambio, el secretario del Bienestar, Javier May, ha brillado por su ausencia y terminará enviando a la subsecretaria, Ariadna Montiel.
2) Las encuestas siguen saliendo y muy poco se han movido las cosas. Entre los mejores alcaldes y alcaldesas siguen estando los de oposición. Por fortuna para la jefa de Gobierno sigue teniendo buenos números y sus mejores cuadros también figuran: Clara Brugada, en Iztapalapa, y Víctor Hugo Romo, en Miguel Hidalgo.
3) El que no puede con Xochimilco y se está metiendo en Coyoacán, es el alcalde José Carlos Acosta. Lo peor es que lo hace a nombre de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Al menos así lo aseguran algunos funcionarios del gabinete dividido de Manuel Negrete. Unos, sin su permiso, están en abierta campaña para Morena, pero de Xochimilco. Se vale su interés por el distrito 24 federal que comparten ambas alcaldías, pero deberían coordinarse con los morenistas que coordina el diputado Carlos Castillo.
*Especialista en Ciencia Política y Gobierno.
avilezraul@hotmail.com