El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha presentado una iniciativa de reforma parcial a la Constitución Política que busca extender de cinco a seis años el período presidencial, crear la figura de “copresidenta” y otorgar al Ejecutivo la capacidad de coordinar a los demás poderes del Estado. La propuesta fue dada a conocer por la Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo sandinista.
Según el texto, la Presidencia de la República asumiría la coordinación de los órganos legislativo, judicial, electoral, de control, regionales y municipales, bajo el argumento de actuar en función de los intereses supremos del pueblo nicaragüense y conforme a la Constitución. Esta medida, incluida en el artículo 132 del documento, otorgaría al Ejecutivo un rol central en la estructura del poder estatal.
Además, la reforma plantea una reconfiguración de la Presidencia de la República al establecer que estará conformada por un copresidente y una copresidenta, quienes serían elegidos en fórmula mediante sufragio universal, directo, libre y secreto, con base en la mayoría relativa de votos, de acuerdo con el artículo 133 de la propuesta.
La iniciativa, que abarca la modificación de numerosos artículos constitucionales, también busca reconocer como símbolo patrio la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido que Ortega lidera desde su retorno al poder en 2007.
El proyecto fue enviado al Parlamento, donde el oficialismo cuenta con una mayoría absoluta, lo que reduce significativamente la posibilidad de oposición a las reformas. Estas medidas han generado preocupación entre sectores críticos al Gobierno, quienes temen que puedan consolidar aún más el control político de Ortega y limitar la independencia de los poderes del Estado.