AFP
La ayuda militar que Corea del Norte proporciona a Rusia, incluidas grandes cantidades de municiones, es la más perjudicial para Ucrania, dijo el sábado su jefe de inteligencia, Kyrylo Budanov.
Estas fueron sus palabras en una conferencia organizada por la Fundación Viktor Pinchuk en Kiev, donde respondió a una pregunta sobre el apoyo de otros aliados rusos, Irán y China.
"Nuestro mayor problema con todos estos aliados de Rusia es Corea del Norte, porque con el volumen de productos militares que nos suministran, en realidad influyen en la intensidad de los combates", dijo Budanov.
Sus comentarios se produjeron luego de que el líder norcoreano Kim Jong Un se comprometiera a profundizar los lazos con Rusia mientras mantenía conversaciones con el jefe de seguridad de visita, Sergei Shoigu.
Kiev ha estado monitoreando los envíos de armas desde Pyongyang a Moscú y siente su efecto en el campo de batalla.
"Existe una correlación directa. Están suministrando enormes cantidades de munición de artillería, lo cual es fundamental", continuó Budanov.
Además de la ayuda extranjera, Moscú también está invirtiendo en sus propias armas, incluso desarrollando y aumentando la producción de sus misiles Iskander.
"Ahora estamos viendo claramente el uso masivo del Iskander-M", afirmó Budanov.
"Las bombas guiadas son un problema enorme. Su producción se ha multiplicado varias veces", añadió Budanov.
Las bombas aéreas contienen alrededor de media tonelada de explosivos y pueden lanzarse desde mayor distancia, lo que permite a los aviones rusos evitar la defensa aérea.
Para contrarrestar los constantes ataques rusos, Kiev ha estado desarrollando su propia producción de armas, al tiempo que solicita un mayor apoyo occidental.
Los aliados occidentales han dudado durante toda la guerra antes de aumentar la ayuda a Ucrania, tratando de evitar una confrontación directa con Moscú.
Estados Unidos y Gran Bretaña ahora están considerando si permitir que Ucrania use armas de mayor alcance para atacar objetivos más alejados de Rusia, una solicitud clave de Kiev.
"No habrá ninguna escalada", afirmó Budanov. "Simplemente no hay nada que pueda empeorar la situación".
Budanov especuló que Rusia intentaría poner fin a su guerra con Ucrania antes de 2026, debido a posibles problemas económicos, en parte debido a las sanciones occidentales y la necesidad de una nueva ola de movilización.
Prometió seguir luchando.
"Estamos luchando por nuestra tierra, no tenemos otra opción aquí. Bueno, no se puede decir simplemente: 'Ya sabes, estoy cansado'".
"No funciona así. Esa es nuestra fortaleza".
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