La elección presidencial en los Estados Unidos iniciará tan pronto como en noviembre de este año, cuando sea superada la aduana de las votaciones intermedias del próximo mes y conozcamos entonces como se integrará el poder legislativo.
Una voz autorizada para opinar sobre la carrera presidencial se dejó escuchar esta semana, la del expresidente Barack Obama, un político que aún conserva voz y votos entre la ciudadanía.
Los demócratas bajo la conducción de Joe Biden no han podido superar la imagen y el recuerdo del controvertido Donald Trump, quien de la mano y con el voto de los republicanos alcanzó la Casa Blanca, por un sólo periodo.
Sabedor de las intenciones de Trump por regresar a la presidencia, Obama mando un contundente mensaje a Biden por su fijación anti-Trump …”es tiempo de cortejar a los votantes promoviendo los temas más importantes para el ciudadano común como: la economía, la inseguridad y el aborto”.
Vale recordar que los estadounidenses se encuentran a menos de 3 semanas de acudir a las urnas.
El que fuera jefe de Biden durante sus 8 años, Brack Obama, dijo en una entrevista recién publicada por el periódico The New York Times, gastamos tiempo, energía y recursos señalando la última locura de Trump, el reciente berrinche, su mal comportamiento público y lo grosero de su proceder.
Los ciudadanos de los Estados Unidos, recordó Obama, más allá de sus simpatías partidarias, tiene objetivos primarios por resolver; una economía sólida, una ciudad tranquila donde vivir y que las mujeres puedan tener el control de su cuerpo y sus acciones.
Donald Trump mostró a lo largo de los 4 años, que la confusión, la estridencia y la confronta generan un terreno cómodo donde se mueve, más allá de los intereses ciudadanos.
No es que Obama haya sido el mejor de los gobiernos o donde los estadounidenses se sintieran más cómodos, pero tenemos que reconocer que fue una nación de avanzada, progresista y con una dinámica mundial activa.
Basta recordar algunas de las ultimas “andanzas” de Trump; a unos días de entregar la presidencia hizo todo los posible por evitar el traspaso de poder, organizó y condujo la toma del Congreso en busca de permanecer en la presidencia. Los conflictos y desacuerdos internacionales fueron por mucho otro de los símbolos de su gobierno, donde la diplomacia, permaneció en el cajón de los pendientes.
El regaño de Obama debe de entenderse en la dinámica electoral que se vive en estos días, sabedor de que la popularidad de Joe Biden, ha caído considerablemente y que las encuestas más recientes muestran que en un hipotético escenario de elección presidencial, Trump, se encuentra por arriba de Biden poco más de un punto porcentual.
@arnc7