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Aunque en el oficialismo lo nieguen, hasta en el propio partido guinda se comenta que “focos rojos” se prenden en la campaña de la morenista, Claudio Sheinbaum por lo que se considera la operación de Maribel Aguilera Chairez, diputada de Morena con licencia, -que cuenta con la asesoría de su esposo Antonio Meza, señalado por ser el único amigo del expresidente Ernesto Zedillo, y quien fue acusado en dos ocasiones por presuntos desvíos millonarios en el entonces Consejo Nacional de Libros de Texto Gratuitos, (CONALITEG)-, para llevar a cabo la producción de boletas electorales en diversas entidades del país y producir el material electoral, de esto último sin ninguna experiencia en la materia.
La situación se complica en el partido oficial porque fue el propio representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral, (INE), el diputado Sergio Gutiérrez Luna y César Yáñez Centeno, exsubsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, quienes avalaron los trabajos de Talleres Gráficos de México, (TGM), en una planta que no le pertenece a dichos Talleres y que todo apunta a que ese importante trabajo lo realicen sus amigos y proveedores: One To One Solutions, IDEEO 4.0, Grupo Fogra SA de CV todas, filiales de Gráficas Corona de Juan Estrada y de sus socios de Formas Finas y JVLY SA de CV, perteneciente la familia Carranza, quienes han sido objeto de sanciones como empresas incumplidas por el propio INE y por varios OPLES como el de Michoacán y Coahuila.
Quizás la doctora Sheinbaum no sepa de estos “tejes manejes” y menos estará enterada de que esas empresas son las consentidas o cercanas del director de la Comisión Federal de Electricidad, (CFE), Manuel Bartlett Díaz, quien habría firmado contratos sin licitación alguna con Juan Estrada por la módica y considerable suma de mil millones de pesos por año para que la empresa de este último haga los recibos de luz.
En el caso de JVLY, SA de CV, de la familia Carranza ha sido proveedora de material eléctrico para la CFE, y hace pocos días incluyó dentro de sus actividades comerciales la supuesta producción de material electoral, cuando esa actividad no la realizan de manera directa sino con su socio Juan Estrada.
Ojalá que hubiera alguien que pudiera enterar a Claudia Sheinbaum que éste asunto le traerá dolores de cabeza el día de la elección el ya próximo 2 de junio en la que están contemplados alrededor de 98 millones de posibles votantes, ya que los incumplimientos podrían afectar severamente la instalación de un buen número de la alrededor de 170 mil casillas electorales, aunado esto a las amenazas del crimen organizado que se cierne como una sombra ominosa en los comicios más importantes que viviremos.