Europa y la asfixia por gas

Hugo González

Como si fuese un juego de League Of Legends, los ojos de los espectadores se pasan de una región a otra. De la jungla inferior a la superior, toca el turno a la que está arriba del mapa, a la europea; donde los rusos amenazan dos torres de occidente.

Si, efectivamente, desde la semana pasada la torre francesa ha sido amenazada por los campeones rusos al negarles el gas. Desde el martes 31 de agosto la empresa rusa Gazprom anunció que suspendería por completo sus entregas de gas al grupo francés Engie. Lo cumplió y desde el jueves pasado no les estrega gas a los franceses primero arguyendo mantenimientos y después por el impago del gas entregado en julio. La francesa Engie lo reconoció, no había pagado.

El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, ya había dicho que en caso de experimentar “un recorte drástico” su crecimiento anual de 2.5% en el PIB estaría en riesgo. Y ya llevan casi una semana.

Pero ni viendo eso, los colegas alemanes pudieron contener sus ganas de tumbarle una torre a los rusos y le aplicaron topes a su petróleo. El viernes, los países del G-7 (incluyendo a Alemania) anunciaron el viernes pasado imponer un tope al precio del petróleo ruso. Dicen que es “para reducir los ingresos y la capacidad de Rusia de financiar la guerra”.

Y mientras el G7 acordaba la táctica para amenazar a la torre rusa, Gazprom anuncia que tampoco le venderá gas a Alemania. El argumento, fallas técnicas que le impiden reparar al gasoducto Nord Stream. Dicen los rusos que, si Canadá le permitiera a la empresa Siemens reparar una turbina, estarían entregando el gas a los alemanes. Al parecer todo es una táctica y seguramente le aplicarán la misma que le recibieron los franceses. Los campeones teutones, casi con una mueca de lero-lero; dicen que tienen gas suficiente para pasar el invierno. Los inventarios dicen que las reservas de gas en Alemania están en 85%.

Con todo eso de contexto, llega la reunión del Banco Central Europeo (BCE) en la cual debe decidir que hacer para contener la inflación. Si la escases de energéticos en el mundo ha disparado los precios de varios productos, por qué no pasaría lo mismo en Europa. Luego entonces, está claro que el BCE aumentará las tasas de interés, pero con una duda principal: ¿será de 50 o 75 puntos base?

Recientemente Isabel Schnabel, miembro del consejo del BCE, instaba a los bancos centrales a actuar con contundencia para frenar la inflación, aunque eso arrastre a sus economías a una recesión.

Viendo la situación no dudaría que se aumenten en 75 puntos e incluso llegar a los 100 puntos base, es decir; 1 por ciento. Sin embargo, en Europa todavía creen que pueden ganar esta partida y que su base esta bajo resguardo. No obstante, en esta batalla real de LOL, está claro que los rusos están asfixiando a los europeos con el gas.