El Papa Francisco expresó su preocupación por las tensiones en el mundo, además de abordar los abusos a menores cometidos por clérigos y la "débil" respuesta mundial al calentamiento global.
Al pronunciar un discurso ante 183 diplomáticos de los países acreditados en El Vaticano, afirmó que la esperanza exige “realismo” para reconocer que “el año nuevo no parece estar lleno de signos alentadores” por las tensiones de violencia intensificadas en el mundo.
Invitó de nuevo a Irán y Estados Unidos a dialogar en respeto a la legalidad internacional, además de afirmar que la polarización y la violencia evitan resolver los conflictos en América Latina.
“Los conflictos de la región americana, aun cuando tienen raíces diferentes, están acumulados por profundas desigualdades, por injusticias y por la corrupción endémica, así como por las diversas formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas”, reportó el canal de noticias Vatican News.
Francisco deseó que la esperanza en Venezuela logre una solución y pidió a los líderes americanos esforzarse “por restablecer con urgencia una cultura del diálogo para el bien común, reforzar las instituciones democráticas y promover el respeto del estado de derecho, con el fin de prevenir las desviaciones antidemocráticas, populistas y extremistas”.
El Sumo Pontífice lamentó el “manto de silencio” que cubre la brutal guerra en Siria y agradeció a Jordania y Líbano “por haber acogido y hacerse cargo, no con pocos sacrificios, a miles de refugiados sirios”.
Por otra parte, abordó los abusos a menores y reconoció que “no pocos adultos, incluidos varios miembros del clero”, son los responsables de cometer “delitos muy graves contra la dignidad de los jóvenes, niños y adolescentes”.
También hizo un llamado ecologista para defender el medio ambiente y criticó a los líderes mundiales por la “débil” respuesta antes los problemas derivados del calentamiento global.
Redacción Agencias
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