La flexibilidad se encuentra entre las tres principales prioridades, a nivel global, para los trabajadores de todas las edades, géneros y geografías, y es el segundo factor más importante para aceptar un empleo entre la población de 25 a 44 años..
De acuerdo con el estudio “Lo que los trabajadores quieren” de ManpowerGroup, 8 de 10 personas quieren un mejor balance vida y carrera profesional.
Los colaboradores concuerdan en lo que esperan postpandemia es conservar su trabajo, mantenerse saludables, aprender y seguir desarrollando habilidades y no volver a la antigua forma de trabajar.
El 93% de las personas a nivel global han visto como su vida laboral se ha transformado como resultado de la Covid-19, por lo que las expectativas de los empleados en torno al mundo laboral han cambiado, por ejemplo 43% de los colaboradores creen que la pandemia marcó el fin de la jornada completa de 9 am a 5 pm.
Asimismo, los trabajadores más jóvenes para aceptar un empleo evalúan si se trata de un empleo formal, es decir, con contrato y prestaciones de ley o superiores, junto al crecimiento y flexibilidad laboral que les brinda, así como la cercanía del centro de trabajo a su domicilio.
Ante tales expectativas, por el lado de los empleadores en el mundo, esperan que el 69% de los empleados vuelva a trabajar todo el tiempo.
Sin embargo, tomando en consideración el peso que tiene la flexibilidad en la atracción de talento, mayor parte de las organizaciones buscan crear nuevos tipos de flexibilidad en funciones tradicionalmente consideradas inflexibles.
Entre los hallazgos del estudio global, se estima que de las empresas que buscan flexibilizar sus posiciones el 36% planea impulsar el tiempo flexible de entrada y salida; 29% implementar las horas flexibles; 27% no planea ofrecer ninguna de estas opciones de flexibilidad.
Otras estrategias se perfilan hacía los modelos híbridos y remotos de trabajo como ofrecer una combinación de trabajo a distancia y presencial, trabajo compartido y facilitar la elección de ubicaciones para trabajar.
En medio de esta brecha, la productividad se halla como el punto que los empleadores temen perder con la implementación de nuevas estrategias y esquemas de trabajo.
Se estima que 3 de cada 4 compañías requerirán que al menos el 50% de su plantilla esté en el espacio de trabajo todo o la mayor parte del tiempo, debido al tipo de funciones que desempeñan.
Después del problema de salud global, perder flexibilidad puede representar un retraso considerable en la competitividad de las empresas ante la adaptación a negocios hoy en día más digitalizados.
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