El domingo 25 de mayo, el Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), dependiente del Ministerio de Defensa de Israel, informó que 107 camiones con ayuda humanitaria ingresaron a la Franja de Gaza a través del paso de Kerem Shalom. Estos vehículos transportaban harina, alimentos, medicamentos y equipos médicos, tras haber sido inspeccionados por las autoridades israelíes.
Desde que Israel levantó parcialmente el bloqueo impuesto el 2 de marzo, un total de 495 camiones han accedido al enclave palestino. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y diversas agencias humanitarias consideran que esta cantidad es insuficiente para atender las necesidades básicas de la población gazatí. Según estimaciones de la ONU, se requieren entre 500 y 600 camiones diarios para evitar una catástrofe humanitaria.
La situación en Gaza es crítica: más de 599,000 personas han sido desplazadas y enfrentan una grave escasez de alimentos, agua potable y atención médica. Las reservas médicas están agotadas en un tercio y podrían alcanzar la mitad a fin de mes. Además, el 81% del territorio se encuentra bajo control militar israelí, lo que dificulta aún más la distribución de ayuda.
En este contexto, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, convocó en Madrid a representantes de países europeos y árabes para coordinar una respuesta ante la crisis en Gaza. Durante la reunión, se discutió la necesidad de permitir la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria y se propuso considerar sanciones contra Israel por su ofensiva militar. Albares también instó al reconocimiento formal del Estado palestino como paso crucial para la paz en Oriente Próximo.
La comunidad internacional continúa presionando para que se garantice el acceso de ayuda humanitaria a Gaza y se proteja a la población civil en medio del conflicto.
Foto por AFP