Columnas
Hace algunos años, allá por 1993, una persona muy cercana tuvo a bien platicarme el infierno y la preocupación que les cayó de golpe como familia por la jubilación del patriarca de todos ellos.
Sucede que después de 38 años de trabajo y ya en edad de acceder a una jubilación, el susodicho decidió jubilarse, pensó que después de casi 40 años de labor tendría cuando menos un buena parte de su salario, que no era mucho, para pasar su vejez, una vez que sus hijos ya en edad adulta empezaban a trabajar y enfrentaban cuando menos sus propios gastos.
Sin asesoría alguna y con esa esperanza, firmó su jubilación en una dependencia gubernamental de la que no voy a decir su nombre para que no lo vayan a tomar personal en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así lo hizo pero el pobre trabajador casi se infarta cuando le hacen de si conocimiento la maravillosa pension a la que tuvo derecho luego de tantos años de esfuerzo y trabajo.
Tome asiento amable lector para que no se vaya de espaldas cuando le diga la cantidad, nada más y nada menos que 1,800 pesotes mensuales. Una auténtica grosería por no decir una mentada de madre.
Hoy falsamente se dice que las pensiones de antes eran mejores que las pensiones de ahora, FALSO, las pensiones en México son desde siempre miserables, pero también hay que reconocer que han mejorado a base de mucho esfuerzo y sobre todo ahorro.
Hoy quienes han secuestrado a l Ciudad de México los últimos 15 días, con la complicidad de los que se dicen "diferentes" pero que en los hechos son la misma basura, piden que se derogue el sistema de pensiones.
Sin ese sistema, hoy México tendría una generación de viejos jodidos, sin esperanza alguna, y vea sola ente este ejemplo de lo que le digo.
En el año 2007 con la reforma de pensiones al ISSSTE, se permitió que todos aquellos que quisieran se pasaron al sistema de las Afores, y quienes no simplemente se quedaran en el viejo sistema de reparto, ese que ya generado millones de viejos jodidos.
Hoy quienes sí se pasaron al sistema de las Afores tendrán hacia el año 2030 una tasa de aportación de 15% de su salario, gracias a la reforma de 2020, sean o no trabajadores públicos, es decir que trabajen para el estado.
En contraste, todos aquellos que se quedaron en el viejo sistema, tendrán una tasa de aportación de 6% o menos.
Al final, esos 900 puntos básicos serán determinantes para el monto de la pensión que recibirán cuando se retiren, será la diferencia entre una pensión miserable y una pensión decorosa.
Quienes tienen secuestrada a la Ciudad de México piden que se derogue el sistema de Afores, ese sistema que sin duda es perfectible pero que deja abierta la esperanza a millones de nosotros los mexicanos para vivir una vejez digna.
Lástima, es altamente probable que los secuestradores de la Ciudad de México y de la educación en este país, regresen en algún momento a sus lugares de origen y envejezcan para retirarse y recibir......una pensión miserable. Viejos y jodidos, así nos quieren ver a los mexicanos, ojalá no se cumpla ese sueño, no nos lo merecemos.