Columnas
La tercera economía más grande del país (8-8.5 del PIB nacional), pero apenas la séptima entidad más poblada (5.8 millones) vive meses de zozobra por la creciente inseguridad, probables desfalcos al erario público y sainetes políticos protagonizados por su gobernador Samuel García.
Ahora que el ex precandidato presidencial #fosfofoto volvió a sus funciones para las que fue electo, ¿qué hay detrás del “nuevo Nuevo León” que saturó los medios hasta hace unos días? Mencionaba básicamente tres cosas: construcción en tiempo récord de la obra de infraestructura hídrica “El Cuchillo”, la compra de helicópteros y autos blindados para la policía estatal (Fuerza Civil) y la construcción de la planta de Tesla.
Pues bien, la obra hídrica está hoy inconclusa y tal vez inicie operaciones en seis meses, no antes. La “inauguración” fue para la foto con el Presidente, nada más. Pero lo más preocupante es la creciente inseguridad.
De acuerdo a Consejo Nuevo León, las tasas de homicidios dolosos son más altas que hace dos años (en Oct-Dic de 2021 hubo 16.5 asesinatos por cada cien mil habitantes y en el mismo trimestre de 2023 se estiman 24.27 asesinatos), cinco puntos por encima de la media nacional (19.21). Al hablar de feminicidios, los datos empeoran: 2 feminicidios por cada cien mil habitantes, casi cuatro veces más que la media nacional (0.58). Ante estos datos, Samuel vendió como éxito la compra de helicóptero “Black Hawk”, pero desde el punto de vista policial, su funcionalidad en zonas urbanas sólo es entendible en una lógica de guerra total, no puede aterrizar en cualquier lugar y por el armamento que normalmente porta, dudo que SEDENA le permita usar calibres reservados para la milicia. Adicionalmente, no existen reportes sobre los resultados en campo de los vehículos todoterreno “Black Mamba B6”. Pero quieren llegar a 1,200 patrullas.
Respecto a la construcción de la planta Tesla, así como se anunció la inversión, la misma puede reducirse o eliminarse si la inseguridad empeora y no se garantiza la continuidad de su cadena de suministro. Recordemos que el gobierno de Texas indebidamente ha cerrado los cruces fronterizos por la inseguridad y la migración. Ahorita sólo hay una expectativa razonable de inversión, pero se vendió como un hecho consumado.
En adición a esto, el gobernador retuvo el pago de nómina de siete mil trabajadores locales del congreso, poder judicial, fiscalía, auditoría superior, comisión de derechos humanos e instituto de transparencia (https://bit.ly/4a5cD55); probablemente porque la Auditoría Superior del Estado informó que 41 centavos de cada peso que su gobierno gastó en 2022 ($118,194,252,959) tiene observaciones subsistentes por $49,255,380,000 en su cuenta pública (https://bit.ly/3Nb5hDe,https://bit.ly/46I4Qak).
Si la cuenta pública sin comprobar la dividimos entre la población de Nuevo León, en la “nueva política” de la “nueva generación” del “nuevo Nuevo León”: ¡el jugo de naranja sin comprobar por neoleonés es de $8,515.15!